La lesión de Gabriel Paulista contra el Villarreal marcó un antes y un después en el equipo y en su necesidad de fichar en la zona defensiva. Desde su baja, José Bordalás ha tenido que hacer encaje de bolillos para formar la defensa y el centro del campo, recurriendo a Guillamón y a jugadores del filial para ello. El principal problema es que su lesión, que parecía que iba para un mes, no ha dejado de alargarse en el tiempo con diferentes recaídas cuando parecía que su regreso estaba cercano.

El hispano-brasileño fue incluso a otro especialista para pedir otra opinión y cambiar el tratamiento, pero ha vuelto a recaer de sus problemas y tiene la posibilidad de pasar por quirófano para solventarlo, pero ello conllevaría perderse lo que resta de temporada.

Tratamiento conservador

De momento Paulista lo quiere evitar a toda costa para poder ayudar a sus compañeros y prefiere optar por un tratamiento más conservador, aunque quizás acabe no teniendo más remedio.