La cumbre Meriton-Bordalás culminó este viernes en la Ciudad Deportiva de Paterna sin avances. En medio de las desavenencias surgidas a raíz de los fichajes, Anil Murthy (presidente) y Miguel Ángel Corona (secretario técnico) se reunieron con el técnico para buscar soluciones.

Soluciones que tras el encuentro no llegaron. La política de fichajes ha enfrentado al técnico con la propiedad, pero hay más motivos que le llevan al preparador a estar muy disgustado. Los repasamos.

No hay consenso por los fichajes

A falta de director deportivo, Bordalás ha pedido al club refuerzos de su gusto. El club le ofrece otros. No han llegado a un acuerdo. El gran foco del conflicto llegó en torno a Aridane, central de Osasuna que gustó a Bordalás. El técnico alicantino consideraba que el canario era la pieza perfecta para mejorar la demarcación de central.

El club le ha trasladado que no encaja en los parámetros deportivos que buscan (Osasuna pide traspaso) y a cambio ofrecen a Álvaro González, un ofrecimiento que por contra sí encaja porque sería una cesión previo pago de la mitad de la ficha.

En el mediocentro también hay punto de discordia. Diawara es la opción que plantea el club y a Bordalás le gusta Wakaso. El mediocentro ghanés, que actualmente milita en la Superliga China, es complicado que llegue. La prioridad siempre fue el central y si ya no se quiere pagar un traspaso en la defensa, mucho menos en la medular. Diawara, futbolista de la Roma, sería más accesible.

La salida de Wass

Otro de los puntos que ha molestado a Bordalás es la salida de Wass. El entrenador no se fía de la capacidad del club para buscar el remplazo. Wass es un indiscutible en su sistema y el club vio en el internacional danés, que termina contrato en junio y no está por la labor de renovar, la posibilidad de hacer caja.

La realidad es que no se ha llegado ya al acuerdo con el Atlético por la cifra que puso el cuadro rojiblanco sobre la mesa. Si hubieran llegado a los 2 millones de euros que pedía el club, el escenario sería ahora distinto. Wass quiere irse a jugar al Wanda y los agentes del danés no dan el caso por cerrado. Vienen curvas porque Bordalás no lo dejaría salir. Y aquí, el club tiene la última palabra.

La reunión con Lim

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Por último, la inexistencia de una reunión con Peter Lim para valorar las opciones del mercado de enero también ha decepcionado a Bordalás.

El club se lo había prometido hace semanas. Iba a ser presencial y se canceló por culpa de la subida de casos de coronavirus. Tampoco hubo encuentro telemático y el trato recibido no ha sido de buen gusto para el míster. La cita con el dueño iba a reforzar la figura del entrenador.