Una victoria para ganar músculo

El balón parado dio el triunfo a un equipo sólido y que suma más adeptos para la causa. Maxi, Marcos André, Racic... Bordalás se gana al vestuario y el equipo responde con victorias

Racic, celebrando uno de los tantos del Valencia CF ante el Granada

Racic, celebrando uno de los tantos del Valencia CF ante el Granada / JM Lopez

Pablo Leiva

Pablo Leiva

El fútbol es un estado de ánimo. Tirando del tópico tan manido se explica la realidad de un Valencia que antes de visitar Palma hace una semana tenía dudas y vivía sin triunfos y ahora disfruta de una resaca copera con dos victorias ligueras por el camino. Tan sencillo, y difícil, como ganar para encontrar sentido a una plantilla que está en la final de Copa y cerca de esa pelea por Europa.

En esa vorágine, Bordalás ha sumado soldados para la causa y ha demostrado que desde la pizarra está encontrando solución a muchos de los problemas. Ayer faltaban Mamar y Cillessen en la portería, Alderete, Paulista y Diakhaby en la defensa, Thierry y Gayà en los laterales, y otros jugadores llegaban con un punto de fatiga importante. Pero ni con bajas importantes el Valencia se olvidó de ganar. Y esa es la receta para crecer. 

El equipo de Bordalás llegaba en ese punto de éxtasis tras el triunfo contra el Athletic y es ahí donde se tienen que sumar más jugadores. Bryan o Hugo Duro esperaron en el banquillo y la pareja Maxi-Marcos André saltó a Mestalla en busca de alegrías. El brasileño estuvo a buen nivel en la primera parte y el uruguayo fue determinante en la segunda con un gol y un penalti provocado. Una pequeña luz al final del túnel para ambos a más de un mes para ese viaje a La Cartuja y en el que cuanto más futbolistas estén listos mejor. 

El que está más enchufado que nunca es Guedes. El genio que frotó la lámpara contra el Athletic y que ayer apareció para abrir el marcador con un cabezazo. Si empieza a marcarlos de cabeza ya... El portugués ya ha encontrado ese punto de regularidad y felicidad permanente para tirar del equipo cuando lo necesita. Con goles pero también con el regate y la verticalidad. Y contra el Granada fue otro día más en la oficina para él. 

A partir de ahí, el Valencia, como dijo Bordalás en rueda de prensa, tiene que fijarse en el corto plazo para disfrutar del largo. Los próximos cinco partidos (Getafe, Elche, Cádiz, Rayo y Osasuna) van a marcar dónde está el Valencia en esa recta final. Si cerca de Europa y con dos balas en el revólver -Copa y Liga- o solo con La Cartuja como carta única. Visto lo visto contra el Granada, el conjunto de Mestalla tiene margen de sobra para agarrarse al tren. Y de confianza va sobrado en este momento.