Las lesiones de Gayà y Toni Lato, laterales izquierdos titular y suplente respectivamente, brindaron la oportunidad a Jesús Vázquez de ser titular en el Coliseum. Una oportunidad que, por otra parte, se ganó a pulso tras una muy buena actuación ante el Granada. En un contexto muy complicado por lo trabado y plano que fue el partido, el canterano destacó todo lo que se podía destacar. Fue muy sólido en defensa, exigencia prioritaria de Bordalás y, salvo una acción de Sandro, el Getafe no generó peligro por su banda. En ataque, poco pudo demostrar en un partido en el que el Valencia no propuso nada.

Jesús Vázquez comenzó muy metido en el encuentro, haciendo gala de la sobriedad que tanto le caracteriza a pesar de su juventud. Ese temple le sirvió para mostrar dotes defensivos, aprovechando sobre todo su innata condición física. Y es que los datos hablan por sí solos. El canterano salió victorioso en ochos de los trece duelo que disputó con el balón sobre el césped. En el juego aéreo aún subió más sus prestaciones, ganando tres de los cuatro duelos que trató. Además, bloqueó un disparo del rival, recuperó otro y solo fue regateado en una ocasión.

En el otro lado del campo la película fue muy distinta, aunque bien es cierto que las circunstancias no acompañaron. Getafe y Valencia protagonizaron un partido casi completamente plano, sin propuesta en ataque y con muy pocos argumentos ofensivos. En ese contexto, ningún jugador brilló, ni estuvo cerca de hacerlo. Por su parte, Jesús Vázquez completó con éxito el 78 por ciento de los pases que intentó. Centró en tres ocasiones, pero no encontró destinatario en ninguna ocasión. La parte positiva en este aspecto fue que salió vencedor en los tres regates que trató.

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Sin duda lo más destacable de Jesús Vázquez, y casi del partido del Valencia en general, fue una acción en la primera parte que generaron el canterano y Bryan Gil. Tras una buena combinación, Jesús dejó en una buena posición a Bryan, pero el de Barbate no encontró portería con su pierna derecha.

Si algo volvió a demostrar Jesús Vázquez es que es un futbolista ya muy preparado para rendir en Primera División, sobre todo en el aspecto defensivo. Su desarrollo ofensivo irá de la mano de su madurez futbolística, pero lo que está claro es que Bordalás ha encontrado en Jesús Vázquez un guerrero más para la causa defensiva que tanto le preocupa.