Es la comunión que hacía falta

Un día redondo para el Valencia CF en el duelo autonómico contra el Elche. Además de los tres puntos conseguidos en el campo, equipo y afición demostraron la unión que han logrado y fortalecido en los últimos partidos, clave, a la postre, para la final en Sevilla.

3.000 aficionados se desplazaron hasta el Martínez Valero en un viaje complicado por la climatología que sufre la Comunitat en los últimos días, pero también por ser 19 de marzo, día del Padre y nit de La Cremà. Esos valencianistas no se fueron de vacío de su visita a Elx puesto que el equipo se acercó a la zona visitante para agradecer su apoyo y aliento desde la grada. Los futbolistas blanquinegros también mostraron numerosos gestos de alegría con abrazos y saludos todavía sobre el césped ilicitano.

La afición disfruta del mejor momento de forma del equipo en toda la temporada. Ya no es solo una cuestión de fe o de esperanza, tanto la imagen del equipo como los últimos resultados enseñan ese crecimiento del Valencia de José Bordalás. Unido a la final de Copa, el valencianismo está enganchado otra vez al equipo y la imagen de la grada visitante del Martínez Valero es una buena prueba de ello.

Desde la vuelta de Copa en Mestalla el equipo siente el apoyo de una afición que ha vuelto a convertir los partidos en casa en un dolor de cabeza para los que visitan València. El gran desplazamiento de ayer es otro empujón anímico para un vestuario cada vez más unido y que aprovecha esa comunión con la grada. Ese era uno de los objetivos de Bordalás en su llegada al club. El entrenador sabía que Mestalla es un factor diferencial y el crecimiento de un grupo tan joven se tiene que ver beneficiado de ese refuerzo que nace del valencianismo.