Todo o nada en La Cartuja. El Valencia se jugará la temporada el sábado a una carta. De poco servirán las cinco jornadas que restan para finaliza LaLiga. El único camino para jugar el año que viene en Europa pasa por ganar la final de la Copa del Rey contra el Real Betis. El equipo tiró a la basura las pocas opciones que le quedaban para asaltar la séptima plaza vía liga. Lo hizo con su segunda derrota consecutiva (Osasuna y Villarreal) a las puertas de la final de Sevilla. Las diferencias son insalvables en la clasificación. El Valencia se acostó anoche a diez puntos de distancia del Villarreal y solo quedan quince en juego. No hay nada que hacer. La temporada, para bien o para mal, acabará el sábado. Es el cielo de la novena o el infierno de una nueva temporada en la zona Meriton. 

José Bordalás lo tuvo claro desde el primer momento. El entrenador se vio obligado a dar descanso a sus jugadores titulares para afrontar la finalísima del sábado a pleno rendimiento físico. Bordalás mantuvo hasta el final su política de no arriesgar jugadores importante y solo salió con Carlos Soler y Thierry Rendall en el once de la Cerámica. El resto estuvo formado por jugadores suplentes. Su alineación fue toda una declaración de intenciones. El Valencia saltó al césped de Villarreal sabiendo que su partido no era ese. En la cabeza de todos estaba la final de la Copa y pronto se demostró en el campo. En veinte minutos el partido estaba listo para sentencia. 

El Valencia dice adiós definitivamente a sus aspiraciones europeas vía LaLiga y el Villarreal se aferra a ellas con más fuerza que nunca. Unai Emery y sus jugadores se olvidaron de la Champions y se centraron en LaLiga con una alineación titular prácticamente de gala. Los ‘groguets’ encadenaron su segunda victoria consecutiva (Getafe y Valencia) y se hacen fuertes en la tabla de clasificación. Los amarillos, que no juegan este fin de semana, son conscientes de que una victoria del Valencia en la final de Copa dejaría al séptimo sin Europa y clasificaría al sexto para para Conference League. El Villarreal supo bajar de la nube Champions y lejos de pensar en el Liverpool impuso su superioridad tanto en el once inicial como en la plantilla. El Villarreal está un escalón (o varios) por encima del Valencia. Es la cruda realidad. Solo queda la final.