LALIGA SANTANDER

Regreso marchito a La Catedral

Sin ningún objetivo en juego y un futuro lleno de interrogantes, el Valencia visita a un Athletic metido en la lucha europea y con el futuro de Marcelino en el aire

Buen ambiente en la sesión previa del encuentro ante el Athletic

Buen ambiente en la sesión previa del encuentro ante el Athletic / Francisco Calabuig

Vicent Chilet

Vicent Chilet

El Valencia regresa esta tarde a San Mamés, uno de sus escenarios favoritos como visitante, donde esta misma temporada disputó una tensa semifinal de Copa, pero sin luchar por ningún objetivo esta vez, embarrancado una vez más en la tierra de nadie de Meriton Holdings a falta de cuatro jornadas para el final del campeonato. El gran atractivo del encuentro, frente a un Athletic Club metido todavía en la pelea europea, se ha centrado en las figuras de los entrenadores. Muchas de las preguntas en la previa para José Bordalás y Marcelino García Toral, enemigos íntimos en los banquillos, fueron dirigidas hacia su incierto futuro la próxima temporada.

El duelo esta tarde frente al Athletic Club, así como ante el Betis, Espanyol y Celta de Vigo serán indicativos de cómo se encaren los ánimos de cara al verano, en el que la transformación de la plantilla puede ser intensa. Con las estrecheces económicas de un tercer año sin Europa, el margen inversor para los fichajes se reduce y aumenta la urgencia de las ventas. Ante ese escenario pesimista, en un bucle en el que cada año el primer equipo va perdiendo más potencial, Bordalás lanzaba ayer un mensaje claro, al recordar que quiere seguir en el Valencia y cumplir su contrato, pero con la clara advertencia de que deben llegar refuerzos que estén a la altura y las exigencias de la entidad. Un ruego que no es nuevo en el técnico alicantino, ni tampoco en Javi Gracia, el entrenador que le precedió en el cargo.

Sin presión clasificatoria, queda por ver por qué elección opta Bordalás para las alineaciones. Si reparte minutos y refresca piernas con rotaciones, para que tengan su opción los menos habituales, u opta por su «once» tipo, como ya desplegó ante el Levante UD. Segura es la ausencia de José Luis Gayà, castigado con dos partidos por su expulsión en el derbi. Una sanción que desde Mestalla se entiende injusta y que ha abierto una nueva grieta en las relaciones con la Federación Española. La sensible baja del capitán valencianista será reemplazada por Jesús Vázquez, el penúltimo ejemplo de la asombrosa capacidad de la Academia blanquinegra para construir excelentes laterales izquierdos. De no variar su libreto, se espera que Bordalás repita la defensa de tres centrales, con más motivo todavía ante la frecuencia de centros laterales del Athletic Club. Soler y Guillamón llevarán la manija en el centro del campo y Maxi Gómez y Gonçalo Guedes formarán, quizá en una de sus últimas veces juntos, pareja en ataque.

Enfrente espera un Athletic con la misión europea vigente, pero con mensajes equívocos de Marcelino García Toral para garantizar su continuidad. En buena dinámica, muy fiable como local al venir de ganar al Atlético de Madrid de forma cómoda (2-0), el extécnico del Valencia tiene la duda del joven valor Oihan Sancet, mientras que parece seguro que el entonado Nico Williams seguirá en el once, al igual que Yeray Álvarez y Yuri Berchiche. Unidos a Raúl García e Iñaki Williams, se espera en el once rojiblanco a Unai Simón en portería, Oscar de Marcos en el lateral derecho, Íñigo Martínez en el centro de la defensa, Dani García y Mikel Vesga en el doble pivote y el capitán Iker Muniain en la banda izquierda en medio campo.

En el Valencia espera un último mes de competición de trámites continuados en el que el protagonismo, más allá del césped, se centrará en los movimientos de mercado, en las renovaciones de puntales como Gayà, Soler y Guillamón, y en operaciones de gran envergadura patrimonial, como las obras del futuro estadio.