Un arbitraje para seguir sospechando

El Valencia tiene una motivo más para estar molesto con la RFEF. Técnico y jugadores se lo empiezan a tomar con resignación: «No nos sorprende». «Estamos acostumbrados»

Athletic Club de Bilbao  -  Valencia

Athletic Club de Bilbao - Valencia / Miguel Toña

Andrés García

Andrés García

El Valencia CF tiene motivos para seguir sospechando en plena guerra abierta con la RFEF. La «corriente» en contra del equipo que denunció José Bordalás después del Derbi continúa. El equipo volvió a salir de Bilbao perjudicado por el arbitraje de Díaz de Mera en el campo e Iglesias Villanueva en el VAR. Ya son muchas injusticias en los últimos meses. Real Sociedad (agarrón en el área de Le Normand a Maxi), Athletic en Copa (penalti a Hugo Duro y roja perdonada a Dani García), Elche (gol mal anulado a Guillamón), Rayo Vallecano (penalti claro de Óscar Valentín a Paulista), Osasuna (penalti de Lucas Torró a Bryan y goles anulados a Guillamón y Guedes) y Levante (roja a Gayà y roja perdonada a Son por fingir penalti) y ahora San Mamés en LaLiga. El Valencia tiene una razón más para estar molesto con la RFEF. La indignación crece en el club con el paso de las jornadas. El vestuario se lo empieza a tomar con resignación: «Estamos acostumbrados», decía Dimitri Foulquier a pie de campo. «No me sorprende por esa corriente que hay en contra del Valencia», se defendía Bordalás.

La polémica empezó en el minuto ocho. Yeray Álvarez derribó por la espalda a Maxi Gómez cuando encaraba el área de Unai Simón. A pesar de ser el último hombre -su compañero llegaba unos pasos por detras- el colegiado decidió penalizar la infracción solo con amarilla. Desde el VAR (estaba Iglesias Villanueva como en el Athletic-Valencia de Copa) nadie le rectificó y el árbitro reanudó el juego.

Bordalás se defiende de las preguntas en la rueda de prensa

Redacción SD

La acción más clara tuvo como protagonista a Dani García. El futbolista del Athletic (que ya mereció ser expulsado en Copa por una entrada brutal a Carlos Soler) agredió a Ilaix Moriba clavándole los tacos por detrás en el tobillo de Ilaix Moriba de forma intencionada y sin opción de jugar el balón. No hubo ni amarilla. Tampoco intervino el VAR a pesar de ser una posible roja. Marcelino García Toral lo vio tan claro que lo sustituyó al descanso. La guinda fue la doble amarilla a Guillamón. Díaz de Mera no se pensó para enseñarle la segunda tras una falta a Muniain a pesar de que en las dos jugadas (mucho más claras) de la primera parte no se utilizó el VAR.

El embajador y leyenda del Valencia Ricardo Arias ya denunció la tendencia de los arbitrajes contra el equipo antes del partido. «No me van a callar. Lo que no voy a hacer es callarme ante las injusticias. Tienen que llegar a un acuerdo a un criterio unificado y que la decisión tengan que ser por igual para todos, no solamente para algunos y para otros no. Eso es lo que yo critico».