Historia de un fracaso

La cancelada "Nit de València" era la gran apuesta estratégica de Meriton para mejorar su imagen y volver a unir lazos con la sociedad valenciana, a través de la solidaridad

Anil Murthy y Teo Swee Wei

Anil Murthy y Teo Swee Wei / SD

La cancelación de la gala “La Nit de València” prevista para el próximo 2 de junio supone un revés estratégico para Meriton Holdings, empresa máxima accionista del Valencia, en el momento más bajo de popularidad de Peter Lim desde que accediera al control de la entidad en 2014. Con el proyecto deportivo en mínimos históricos, con la tercera temporada consecutiva fuera de Europa y con las brasas humeantes de la tercera manifestación masiva en solo un año, tanto las instituciones políticas, como la sociedad civil y el tejido económico de Comunitat Valenciana han aislado a la dirigencia singapuresa. El escenario ya no se trata solo de una mala racha deportiva, sino de una crisis de identidad de Meriton ante la sociedad, agudizada con los audios del presidente Anil Murthy que Superdeporte y Levante-EMV desvelaron en exclusiva la semana pasada. Unas revelaciones que, por su contenido y tono, han dinamitado la credibilidad de la inversión asiática. En ese punto, la gala benéfica de la Fundació (cuya subasta solidaria, conviene recordar, sigue en marcha) era una de las últimas oportunidades de Meriton de remontar su imagen. Pero el clima de crispación y las dudas de las empresas convocadas a participar del acto, programado sobre el césped de Mestalla e interpretado en varios sectores como un blanqueamiento del gobierno de Lim, han empujado al club a su definitiva cancelación.

La idea de la entidad era la de reunir a futbolistas, artistas, representantes políticos e influencers a asistir a un evento encaminado a recaudar fondos para fines sociales (Escoles Cor Blanquinegre, VCF Inclusivo, FIVAN, Incliva, FEDER, Cruz Roja, Banco de Alimentos, entre otras) y en el que se iba a premiar la labor social de las empresas. “La nit de València” era una de los proyectos más importantes de Meriton en el corto plazo, como Levante-EMV y Superdeporte han podido confirmar en los audios a los que se ha tenido acceso, en boca del presidente Anil Murthy y de Teo Swee Wei, máximo responsable de la Fundació VCF.

En ese diálogo, Murthy desgrana a sus acompañantes las claves de la gala, con optimismo respecto a su aceptación: “Estamos invitando al sector privado para comprar mesas de 1.500 euros. El VIP ya está agotado. Tenemos 70 mesas». “Hay comida, bebida, actuaciones... Al final no hay mucho beneficio, es visibilidad», añade el máximo mandatario del Valencia. Sin contar con la recaudación de la subasta, la previsión del Valencia era la de obtener entre 30.000 y 40.000 euros. La primera edición del evento debía servir como trampolín para nuevas ediciones que sirvieran, con los años, para seguir aumentando ingresos con potenciales nuevos patrocinadores: “La idea es montarla para seguir y luego coger ideas para aumentar los ingresos», recalcaba Murthy.

Theo Swee Wei, alma mater del proyecto, también interviene ante los comensales para detallar los objetivos solidarios del evento: «Queremos demostrar al mundo la solidaridad de la sociedad valenciana. Por eso haremos un live streaming para llegar a los 7 millones de seguidores que tenemos en las redes sociales. Por eso abrimos la Fila 0. Pero la audiencia son los aficionados del Valencia. Es una manera de agradecer a los colaboradores que tenemos en la Fundación y un punto de partida con patrocinadores potenciales. Como entidad sin ánimo de lucro tenemos pocos recursos pero usamos la visibilidad del club y del fútbol». En este sentido, el propio Anil reconocía que para desarrollar crecer en sus funciones “la Fundación necesita ayuda del sector privado». Por su parte, Swee Wei recalcaba que, a partir del proyecto, se quería potenciar una mayor conexión con la sociedad: “Queremos crear una ola de compromiso y voluntad en la sociedad. Con Escuelas Blanquinegras usamos el fútbol como herramienta de buen comportamiento».

Por último, Murthy informaba que el club se había movilizado para involucrar en la causa a célebres exfutbolistas: «Invitamos a exjugadores como Claramunt a involucrarse en estos proyectos. Antes teníamos a los jugadores del Valencia como embajadores, pero este año esperamos un poco a que juguemos al fútbol mejor», afirmaba, entre risas.

La contestación de los aficionados, que ha dado la vuelta al mundo, unida al descontento generalizado en todos los niveles, a causa de la catastrófica gestión de la entidad, ha hecho descarrilar la visibilidad de los representantes de Meriton. La causa solidaria persiste, pero sin que los dirigentes del club aparezcan en la foto. La historia de un fracaso.