La última falta de respeto a Bordalás

Aunque ya es vox populi desde hace días, el entrenador recibirá la comunicación oficial de que no seguirá en el banquillo de Mestalla de cara a la próxima temporada

Concluye el periplo de José Bordalás en Mestalla. El final de su etapa ha sido la última falta de respeto por parte de Meriton hacia él

Concluye el periplo de José Bordalás en Mestalla. El final de su etapa ha sido la última falta de respeto por parte de Meriton hacia él / Francisco Calabuig

Pau Pardo

Pau Pardo

Hoy se cierra de forma definitiva la corta pero intensa carrera de José Bordalás en el Valenca CF. El club le comunicará, varios días después de que sea vox populi, que no seguirá sentado en el banquillo de Mestalla. Será la última de las innumerables faltas de respeto que ha recibido el técnico por parte de Meriton Holdings. Resuelta su situación, habrá vía libre para anunciar de forma oficial la contratación de Gennaro Gattuso como nuevo entrenador.

La primera misión con la que ha aterrizado Sean Bai en Valencia tras su estancia en Singapur es la de dar por finalizada la ‘era Bordalás’, que recibirá la comunicación formal de boca del nuevo director general y un finiquito de alrededor de 700.000 euros. Será la primera vez que un representante de Meriton le contacte, aunque ya sea todo oficioso desde el martes. Bordalás ha tenido que aguantar que la propia radio oficial del club hablase de ese relevo en el banquillo antes incluso de saberlo él de forma directa, unas formas que no han gustado nada al preparador alicantino. De hecho, ni siquiera ha sido Sean Bai el que le ha dicho que tiene que hablar con él, sino que el asiático mandó un mensaje al delegado del equipo, David Rangel, para que le dijese a Bordalás que esa conversación iba a tener lugar porque ni siquiera tenía su teléfono y en un año compartiendo espacio de trabajo (la Ciudad Deportiva) no han tenido casi trato. 

Con este último formalismo se pondrá punto y final a una relación que se ha ido intoxicando con el paso de los meses hasta llegar a un tramo final con la comunicación completamente rota y en la que, no solamente se ha dejado solo al entrenador de cara a los medios y la afición, sino que se maquinaba la operación del cambio de entrenador a sus espaldas mientras se le emplazaba a hablar a final de temporada y una vez acabada, ha estado en su casa de Alicante pendiente del teléfono móvil esperando tener noticias del club y saber si debía empezar a preparar la pretemporada o mirar al futuro como agente libre. 

Bordalás durante un entrenamiento esta temporada en Paterna

Bordalás durante un entrenamiento esta temporada en Paterna / JM Lopez

ENERO ROMPIÓ LA CUERDA

La fractura entrenador-Meriton siempre tuvo un trasfondo de choque de ambiciones y mercado. En el mercado de invierno las distancias se convirtieron en prácticamente insalvables. Por muchas cosas, la primera porque el entrenador demandó oficio en posiciones clave como la medular y el eje de la zaga, con jugadores que dieran rendimiento inmediato al equipo y aumentasen el nivel competitivo de la rotación. El club, sin embargo, le entregó algo muy distinto: Ilaix Moriba, que ni siquiera era un ‘6’ posicional y que tiene 19 años, y Eray Cömert, también joven, sin experiencia en LaLiga y que en media temporada no logró adaptarse. La forma de trabajar el mercado por parte del club, tan alejada a las demandas de Bordalás, le llevaron a adoptar la postura de limitarse a dirigir al equipo y no interferir en entradas y salidas. Que saliese Wass, de los pocos veteranos del equipo, y no tuviese reemplazo fue también un duro golpe para el alicantino, cuyos esfuerzos por transmitir un mensaje de ambición y de necesidad de «no quedarse atrás» fueron en vano. A partir de aquí, la comunicación se rompió y ni siquiera se le consultó por el fichaje de Hugo Duro. Ahora se sabe que fue porque Meriton tenía otros planes.