El Valencia CF ha tratado de pisar el acelerador en las últimas semanas para avanzar en el nuevo estadio. Hace un par de días el club abrió las puertas del Nuevo Mestalla para explicar las pesquisas del proyecto. La reanudación de las obras parece más cerca que nunca pero, a su misma vez, sigue compitiendo con importantes obstáculos que incluso podrían abrir al Valencia CF la puerta de los tribunales. 

La disparidad de posturas entre Meriton y las autoridades sobre la caducidad de la ATE es máxima y no parece haber atisbo de acuerdo. «No es interpretable sino objetivo: la ATE no está caducada. Aún no ha finalizado y el club ha presentado documentos que demuestran que cumplimos los principales puntos», transmitió Sean Bai en la rueda de prensa del nuevo proyecto del estadio. 

Unas palabras completamente cotrapuestas a las pronunciadas por Sandra Gómez hace escasos días: «La ATE va a caducarse. Ya hay un incumplimiento y es lo que legalmente hay que hacer como acredita la abogacía de la Generalitat».

A vueltas con el aforo

Seguramente el punto más redundante de la rueda de prensa ofrecida por Meriton fue la falta de entendimiento que hasta ahora ha existido en torno a la capacidad de espectadores del estadio. El Valencia presenta un proyecto con un graderío disponible para 70.000 localidades, pero pretende inaugurarlo con 49.000 asientos, y dejar abierta la posibilidad a ampliarlo si fuera necesario. 

En este punto la diferencia de posturas vuelve a ser palpable. El club insiste en que cumplen con las exigencias de la ATE, pues el graderío está construido para 70.000 localidades: «El convenio especifica que el mínimo son 70.000 y el estadio cumple. Si hay un gran evento en pocos meses se ponen las sillas que faltan», afirmó el director de operaciones del club, Schneider. Por contra, Sandra Gómez mantiene que «el que quiera los derechos urbanísticos de la ATE hoy, el proyecto tiene que cumplir hoy. Si queremos pagar un estadio de 70.000 espectadores, el estadio tiene que cumplir desde hoy con 70.000 espectadores», avisando al club de que, para cumplir las exigencias, el estadio debe contar con los 70.000 asientos desde el principio. 

Presupuesto incierto

Meriton defiende su viabilidad económica, apoyándose en el acuerdo con CVC y en dos préstamos que les han sido concedidos. Sin embargo, la ampliación del aforo de la que habla el club aumentaría los gastos entre seis y ocho millones. Una cantidad suficiente para que las autoridades tumben el proyecto por razones económicas. 

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Aunque el Valencia defiende que hará el estadio independientemente de la ATE, la caducidad de esta supondría problemas: principalmente económicos, perdiendo los 20 millones ‘extra’ que se prevé ingresar por el solar del viejo Mestalla. Además complicaría la venta del actual estadio, pues no tendría la certeza de cuándo puede abandonarlo. También se enfrentaría a problemas burocráticos, pues los plazos de ejecución se reanudarían y eso alargaría aún más el proceso.