Llegó a Mestalla por primera vez pisando una alfombra roja, pero se marchó por la puerta de atrás. El paso de Layhoon Chan por el Valencia CF no fue nada sencillo y aunque el desgaste de su figura no llegó al mismo punto que la de Anil Murthy, lo cierto es que su papel de ‘parapeto’ de Peter Lim le costó la desaprobación del valencianismo, que en sus últimos meses ostentando la presidencia le dedicó incluso cánticos de «mentirosa». Capítulos referentes al nuevo estadio, la venta de Paco Alcácer o la brecha comunicativa con la afición marcaron la estancia en el club de una presidenta que, por otra parte, recibió los elogios de la gente que trabajó con ella dentro de la entidad. A su lado y sin desgastarse ni un ápice también estuvo Kim Koh, que duró más años y al que también se ha llamado a filas para esta última intentona de salvar la ATE. 

Sobre la espalda de Layhoon no pesan escándalos de la talla de los audios de Anil o mandar callar a Mestalla, aunque su relación con el valencianismo no fue tampoco la más fluida. El primer año, incrustada en la bicefalia presidencial con Amadeo Salvo y con la clasificación para la Champions tuvo un desembarco tranquilo. La ‘era Lim’ arrancaba y todo eran promesas de grandeza. Entre las numerosas intenciones que tenían con el club, Meriton ponía el estadio como una de las más importantes, pronosticando por boca de la propia Layhoon que la mudanza se produciría para el centenario. 

Todo se torció en la segunda temporada con la salida de la estructura deportiva con Salvo, Roberto Fabián Ayala y Rufete como cabezas visibles, un movimiento que la afición no entendió. La deriva deportiva del equipo y la presencia de Jorge Mendes en la mayoría de operaciones levantó mucho recelo en el valencianismo. 

Salvo se reunió con Nuno y Rufete en Paterna F. CALABUIG

Desencuentros

El discurso se fue haciendo más arisco fruto de la coyuntura. Preguntada por la escasa presencia de Lim en Valencia, la presidenta espetó un: «Yo soy Peter Lim». No solamente eso, sino que en una de sus intervenciones dejó un recado a los valencianos: «No hace falta decirlo diez veces, no me gustan las personas que repiten las cosas diez veces y dicen basura. Y aquí, en Valencia, parece que hay que repetir cien veces las cosas». Entretanto, la opción de celebrar el centenario en el Nou Mestalla se empezaba a desvanecer y Layhoon lo achacó al estado del mercado inmobiliario, la reducción de ingresos por no meterse en Champions y la amenaza de la multa por parte de la Unión Europea. 

Entre todas las polémicas, una de las más sonadas fue la salida de Paco Alcácer. El ‘9’ de Torrent era el principal referente del valencianismo y Layhoon le dijo a las Peñas que no querían vender al jugador valenciano cuando la realidad era completamente distinta. Peter Lim y Jorge Mendes ya lo estaban arreglando con el FC Barcelona, pero la presidenta ofreció una versión que no tardó demasiado en quedar desmentida. 

Kempes 

Durante su mandato también se produjo la salida de Mario Alberto Kempes como embajador del club después de ser crítico con algunas decisiones tomadas por el máximo accionista. El argentino siempre fue un símbolo por su desempeño en el campo, pero después de aquello se convirtió también en uno de los estandartes del descontento contra Meriton. En 2017, antes de producirse la marcha definitiva de Layhoon, el valencianismo se manifestó en la calle al ritmo de «Peter no, Kempes sí» y «Layhoon mentirosa». El día 1 de julio presentó su dimisión. 

Kempes con Layhoon

'Mint capital'

Layhoon es la mano derecha de Lim en muchas de sus inversiones y empresas. También formaba parte del Consejo de Administración de Mint Capital, la empresa a través de la cual se ejecutó la compra de los derechos de imagen de Cristiano Ronaldo por parte del magnate singapurense y que estuvo en el centro de la polémica después de la publicación de ‘Football Leaks’ por el presunto desvío de 150 millones de euros de estos derechos a un paraíso fiscal en las Islas Vírgenes.