Gattuso espera un efecto dominó

La venta de Zaniolo a la Juve permitiría a la Roma atacar la compra de Guedes y dotaría al VCF de mayor liquidez para abordar los fichajes de Politano y Demme

El efecto dominó en el mercado de fichajes del Valencia CF

El efecto dominó en el mercado de fichajes del Valencia CF

Vicent Chilet

Vicent Chilet

Los fichajes en el Valencia son difíciles, pero no imposibles. Los ansiados refuerzos de Gennaro Gattuso para el Valencia quedan a expensas de un efecto dominó, de que se accione un movimiento sucesivo de fichas del que el club de Mestalla acabe beneficiándose de manera colateral. Todos los caminos del mercado valencianista pasan por Roma. Concretamente, por Nicolò Zaniolo. En la encrucijada financiera del Valencia, sin apenas capacidad para fichar y con pérdidas de 70 millones de euros en el último ejercicio, el posible fichaje del extremo de la Roma por la Juventus puede destacascar la planificación deportiva del conjunto blanquinegro.

Solo si la Roma acaba vendiendo futbolistas en las próximas semanas, y en particular a su joven estrella a la Juventus, con una tasación entre 50 y 60 millones de euros, el club ‘giallorosso’ podrá lanzar una oferta que se acerque a las aspiraciones del Valencia por Gonçalo Guedes. Y, con el luso en la Serie A, el club valencianista podría atacar las dos opciones en las que Gattuso más ha insistido para equilibrar su plantilla, Matteo Politano y Diego Demme, del Nápoles.

De momento, la Roma ha dejado en «stand by» el fichaje de Guedes. Una operación en la que Jorge Mendes lleva trabajando desde hace meses, pero que para cristalizar necesita de factores externos. De primeras, que la Roma recoja ‘cash’ de una «avalancha de ventas», según confirmaban a SUPER fuentes cercanas al club romano. Además de Zaniolo, la Roma espera sacar dinero por el mediocentro Veretout, tasado en unos 20 millones, y por Justin Kluivert, que podría salir a partir de los 15 millones. Además, Guedes no es el único objetivo del equipo entrenado por José Mourinho, que está a punto de firmar a Celik, lateral del Lille, y tiene en agenda a Frattesi, por el que puede desembolsar 18 millones.

Solo con esas condiciones previas, la Roma podrá hincar el diente a una operación que sigue interesando vivamente tanto a Mourinho como al propio Guedes. Además, la excelente sintonía de Jorge Mendes con los dos clubes facilita unas negociaciones pendientes solo de que la Roma se acerque a los 40 millones exigidos por Peter Lim. En este punto, parece poco probable que el Valencia acepte jugadores romanistas para abaratar la operación. Los nombres que más han sonado son los de Carles Pérez y Amadou Diawara, futbolistas que, a pesar de cumplir con perfiles que agradan a Gattuso y que reforzarían posiciones deficitarias en el equipo blanquinegro, no serían las primeras opciones del técnico calabrés. 

Los preferidos de Gattuso para reforzar el extremo y el mediocentro son Politano y Demme, del Nápoles. Y, a pesar del poder de persuasión de Gattuso sobre ambos jugadores, a los que ha entrenado en el club partenopeo, las exigencias del Nápoles para dejarles salir no son bajas, a pesar de no estar entre las primeras preferencias del actual técnico, Luciano Spalletti. El presidente napolitano, Aurelio De Laurentiis, un negociador duro y con una personalidad impetuosa, ha fijado el precio de Politano en 20 millones y el de Demme en torno a los 10 millones. Por lo tanto, las posibilidades de que recalen en el Valencia dependen, en buena medida, de la cantidad que Mendes y Lim logren pactar por Guedes con la Roma. De momento, el Valencia solo transigiría una rebaja en el precio incluyendo futuros bonus, para garantizarse el cobro de 40 millones.

La opción más factible

La venta de Guedes, aunque no inmediata, continúa siendo la más factible a corto plazo en el Valencia, vistas las dificultades de Barcelona y Atlético de Madrid para abordar la contratación de Carlos Soler. Después de cerrar el ejercicio a 30 de junio con pérdidas superiores a 70 millones, el Valencia todavía tiene margen para amortiguar la caída en el «fair play» financiero si en las próximas fechas pacta salidas de jugadores, gracias a la permeabilidad de LaLiga.