El fichaje 'insignia' del entrenador, un año más en riesgo

Matteo Politano quiere cambiar de aires y le gustaría llegar a Mestalla, pero tiene otras opciones y no esperará eternamente

Matteo Politano con Gennaro Gattuso durante su estancia en el Napoli

Matteo Politano con Gennaro Gattuso durante su estancia en el Napoli / SD

Pau Pardo

Pau Pardo

Un verano más el Valencia inicia la pretemporada con un nuevo inquilino en su banquillo. Desde que en 2019 empezó la devaluación deportiva y económica del club con la salida de algunos de sus principales estandartes (Dani Parejo, Francis Coquelin, Rodrigo Moreno o Ferran Torres), los diferentes técnicos han tratado de participar en la confección de la plantilla proponiendo nombres que puedan tapar los cráteres del equipo en diferentes demarcaciones. En el caso de Gennaro Gattuso, su nombre es el de Matteo Politano. 

El club de Mestalla ha empezado a trabajar con la nómina de centrales y de mediocentros muy lastrada y con necesidades urgentes de fichajes, pero quizás lo más revelador sea el hecho de que no haya ningún extremo puro en todo el plantel. En esta tesitura, el actual entrenador del Valencia CF ha puesto encima de la mesa a un viejo conocido como ya hicieron Javi Gracia con Éttiene Capoue y José Bordalás con Mauro Arambarri, pero un año más el fichaje ‘insignia’ del técnico parece que va a complicarse. 

Politano quiere salir del Napoli después de una temporada en la que ha visto menguado su protagonismo. Tiene un excelente recuerdo de su relación con Gattuso en San Paolo, en la que alcanzó un nivel muy elevado y le gustaría poder recalar en Mestalla aunque no es la única alternativa que maneja. El técnico calabrés ha apostado tanto por su él que se reunió con su representante, Mario Giuffredi, en Marbella durante sus vacaciones, pero el parón en el que vive instalado el club a nivel de mercado complica y mucho su posible llegada. Su agente se pronunció al respecto recientemente: «Gattuso lo quiere, con gusto iría al Valencia pero también hay otras ofertas, también en Italia», alertaba, dejando claro que es un jugador con mercado. El Valencia, de momento, sigue bloqueado a la espera de salidas y su delicada situación financiera complicaría, en todo caso, una apuesta de estas características.

Lastrados por la desinversión

El escenario de desinversión dibujado por Lim fue escenificado como nunca el verano de 2020 cuando no llegó ningún jugador al equipo a pesar de las múltiples salidas. La medular quedó coja y aunque Gracia hizo mucha presión por Capoue, llamándole incluso para forzar su situación con el Watford para salir de Inglaterra y rebajarse el salario, pero el Valencia no quiso invertir nada para traer al francés y eso que los londinenses también rebajaron y mucho sus pretensiones. El jugador se marchó al Villarreal en el siguiente mercado y ha dejado un excelente rendimiento también en UEFA Champions League. 

El verano siguiente el centro del campo seguía cogido con pinzas, más incluso que el verano anterior sin Kondogbia y solo con el ‘plus’ de la exitosa adaptación de Hugo Guilamón a la medular. El medio, no obstante, seguía necesitando fichajes y Bordalás insistió todo el verano en Arambarri como el hombre destinado a dotar de un salto de calidad al equipo. Aunque no fue un verano tan duro como el anterior y sí llegaron algunos jugadores en diferentes zonas del campo, el refuerzo estrella era el uruguayo y se quedó sin ejecutarse. 

La gestión tardía del mercado, ya habitual en el Valencia que suele hacer la mayor parte de sus operaciones en el mes de agosto, no parece tampoco el mejor aliado en la carrera por fichar a un futbolista que quiere cambiar de aires y que necesita instalarse cuanto antes en un nuevo proyecto. Gattuso puede ser el tercer entrenador consecutivo que se queda sin su fichaje más anhelado.