Las redes, el único cambio tangible

Desde que se produjo la salida de Anil Murthy de la presidencia del club el Valencia CF está tratando de convencer con que se está llevando a cabo un cambio de rumbo en la gestión de la entidad enfocada en estar más cerca del aficionado. De momento son solo palabras en la mayoría de los ámbitos, no hay nada por escrito en el asunto del estadio, el club sigue sin ‘fichar’ el director deportivo que prometió a pesar de estar ya metidos en pleno mercado y tampoco ha renovado la presidencia, teniendo a Khojama Kalimuddin como una figura desconocida para el valencianismo mientras Sean Bai se muestra como la cara visible. El único cambio real y tangible es la nueva política de redes sociales. 

Desde el mismo día de la presentación de Gennaro Gattuso el club anunció que volvía a abrir los comentarios en redes sociales y lo cierto es que desde ese momento el cambio ha sido radical en cuanto a su gestión. No solamente por permitir la interacción, sino también por generarla. El club ha ‘jovializado’ su imagen, adaptando muchos tweets a la jerga imperante en cada red social y con constantes llamadas a la respuesta de sus aficionados. 

La respuesta de la afición ante este cambio ha sido muy buena. Naturalmente el valencianismo ha aprovechado este foro para protestar contra la gestión de Meriton Holdings y rara es la publicación en la que no hay respuestas con el lema ‘Lim go home’. Los seguidores blanquinegros, que acabaron la temporada con una poderosa manifestación en los aledaños de Mestalla diciendo ‘basta’ a la gestión del máximo accionista, están empleando su derecho a la libertad de expresión para mostrar su descontento en las redes del club. Además de ello, eso sí, también están interactuando con los tweets del Valencia en momentos tan importantes de cada verano como son la campaña de abonos o la presentación de las camisetas. Dos campañas que los responsables de diseño gráfico y de imagen del club han realizado de forma muy emotiva. 

El mercado no espera

404 días censuradas. La nueva política llegó después de 404 días sin dejar a la afición interactuar con el club, algo que representaba una total anomalía, ya que el Valencia era el único equipo de Europa que no dejaba a sus seguidores comentar en redes sociales.