Más que tres puntos de partida

El Valencia CF abrió LaLiga con una victoria por la mínima ante el Girona y, lo más importante, dejando la sensación de que jugar en Mestalla este año será un infierno para cualquier rival

El equipo agradeció tras el partido el apoyo incondicional que sintió durante los 90 minutos del encuentro ante el Girona

El equipo agradeció tras el partido el apoyo incondicional que sintió durante los 90 minutos del encuentro ante el Girona / JM López

Rafa Jarque

Rafa Jarque

Como si de una leyenda blanquinegra y no rossonera se tratara, la comunión Gennaro Gattuso-Mestalla parece ser de esas destinadas a dejar huella. Era su debut en partido oficial con el Valencia CF, pero la buena sintonía entre el técnico y su afición fue palpable desde el primer minuto del mismo.

Mestalla vuelve a ser Mestalla. La nueva grada de animación y ‘Rino’ han devuelto el carácter a una de las mejores aficiones de España, que demostró estar a la altura de las circunstancias cuando el partido ante el Girona atravesó tramos comprometidos. El Valencia ganó, y sudó sangre para lograrlo. Ni el rival ni Figueroa Vázquez lo pusieron fácil. Sin embargo, el equipo de Gattuso demostró una capacidad camaleónica para sobreponerse a las adversidades y conservar tres puntos que saben a más.

Sobre todo cuando el VAR decidió expulsar a Eray Cömert tras una entrada a Taty Castellanos en el centro del campo. La afición explotó y se hizo notar aún más de lo que ya estaba haciendo. El público animaba, Gattuso hacía gestos con los brazos pidiendo más y Mestalla explotó, volviendo a demostrar que es uno de esos estadios que gana partidos. Incluso cuando su equipo juega con un futbolista menos durante 47 minutos. Si algo demostró el Valencia CF ayer en la primera jornada de liga es que este año jugar en Mestalla será un auténtico infierno para cualquier rival. La primera víctima fue el Girona, que ayer no fue capaz de mostrarse superior con un futbolistas más. Por supuesto se hizo con el control del juego, pero no tradujo la posesión en peligro, que sí siguió generándose del lado valencianista.

Gran trabajo sin balón

El Valencia de Gattuso se pareció mucho a lo que se vio en pretemporada. El equipo apostó, siempre que era posible, por sacar el balón jugado, en ocasiones tomando grandes riesgos que pudieron haber costado algún disgusto. Sin embargo, si por algo destacó el equipo ayer es por el gran trabajo sin balón. Durante la primera mitad, la gran mayoría de las jugadas de peligro llegaron provocadas por una recuperación tras una gran presión de balón. Tras el partido, Míchel, entrenador del Girona, destacó precisamente esa presión del Valencia y Gattuso, que lo ha trabajado desde que llegó, se mostró más que satisfecho.