Mark Fenwick, fundador de Fenwick Iribarren Architects, dijo este lunes en el Foro 'Los nuevos desafíos del fútbol en el siglo XXI', organizado por el Centro de Estudios Garrigues, que España ya ha logrado su primer triplete en el Mundial de Qatar 2022 con la construcción de tres de sus nuevos estadios -Al Thumama, donde debutará España; Qatar Foundation y el 974 Stadium-, donde ha participado el estudio de arquitectura con sede en Alcobendas (Madrid).

Fenwick, cuyo estudio puso en pie el nuevo estadio del RCD Espanyol y proyecta ahora el nuevo recinto del Valencia CF, habló sobre la importancia que supone la acústica en un campo como el ubicado en Cornellá - El Prat, un factor que también puso de relieve en el Al-Thumama donde abrirá el Mundial la selección que dirige Luis Enrique frente a Costa Rica.

Fenwick destacó la cercanía del césped a la grada. "Son campos muy cercanos. El reto que tuvimos fue hacer el primer estadio, abierto, no cerrado. Un estadio en el que el viento pudiera pasar por encima para que el aire caliente no entre al estadio. Se puede jugar en junio con 42º grados. Tienes 48 grados fuera y 26 en el césped. Los estadios son catedrales en la ciudad. Una de las cosas buenas es que se terminó un año antes", apuntó el arquitecto español.

El Al Thumama Stadium. "Es todo simbolismo. Basamos nuestra idea de diseño en la gahfiya, símbolo de la juventud. Es el gorro árabe que llevan los niños en Qatar. El fútbol y la juventud es el futuro del país. El hilo se cambia por cables de acero y luego se añade un textil. Los estadios son catalizadores de comunidades, tienen que fomentar y mejorar las vidas de los que viven alrededor de los estadios. Hemos incluido guarderías, zonas para las personas mayores, museos nuevos, todo tipo de actividades culturales… va a ser un Mundial espectacular".

El 974 Stadium, conocido por su analogía con el lego, hecho con contenedores, es el estadio más visitado por turistas y aficionados. Es el primer estadio desmontable del mundo. Y al final del Mundial, se desmontará y se trasladará a otro país que reclame sus servicios para un nuevo evento de fuste.

"Pensamos un poco en el circo, el modelo era el contenedor de barcos. Se monta, se desmonta y se lleva a otro lado. El estadio se podría transportar en un tercio de un barco de carga, son casi 1000 contenedores. En montarlo desde cero se tardó dos años, desmontarlo 8 meses y volver a montarlo en otra localización un año. Se puede llevar a otro país e incluso a otro continente. El nombre -el 974- se debe al número de contenedores necesarios para levantarlo", apuntó el arquitecto.

"Es como una caja de Ikea muy grande. Es el estadio más visitado de los ocho. Embajadores y Jefes de Estado..., todos quieren verlo. El césped está demostrado que funciona perfectamente, se ha cultivado una semilla especial en viveros para zonas con calor", explicó Fenwick, quien también puso en valor el tremendo esfuerzo que hace el Real Madrid en la renovación del estadio Bernabéu.

"Es tremendamente complicado compaginar la obra y la asistencia a la grada, donde entran 60.000 espectadores. No se puede caer nada. Va a ser espectacular, Madrid va a ser un referente que gane incluso al modelo de los americanos. Los suyos no tienen cubiertas. Su polivalencia para albergar conciertos, otros deportes y espectáculos, va a ser increíble", argumentó Mark Fenwick.

Un camellódromo

El arquitecto español habló además sobre el futuro proyecto de un camellódromo, que podría llevarse a cabo, en cuanto acabe el Mundial. El estudio madrileño ha inventado un sistema de gradas móviles, a modo de tren, que acompaña a los camellos en su recorrido. Un proyecto, que parece ciencia ficción, pero que cada día que pasa es más real y cercano.

Cuestionado por Rocío Martínez sobre si la pandemia ha cambiado la arquitectura de los estadios, Fenwick contestó afirmativamente. "La pandemia ha cambiado la arquitectura. No tener que tocar para abrir un grifo, una puerta, mantener las distancias de seguridad… Hay muchos aspectos nuevos que estamos ejecutando. Usar materiales que no mantienen el virus como el cobre; materiales más higiénicos y fáciles de limpiar. Hacer pasillos más anchos, accesos biométricos...".