Puerta grande o enfermería en El Sadar

El Valencia afronta su cuarto intento de ganar a domicilio en uno de los escenarios más complicados del fútbol español y emerge como una oportunidad para reforzar la confianza

Gattuso al frente del Valencia CF

Gattuso al frente del Valencia CF / JM Lopez

Pau Pardo

Pau Pardo

El Valencia tiene en El Sadar un reto que le puede hacer salir disparado o dejar convaleciente. El equipo de Gennaro Gattuso visita uno de los estadios más complicados de Primera División sin haber sido todavía capaz de ganar a domicilio en un momento de la temporada que, si bien es todavía inicial, tiene que empezar a definir hacia que parte de la tabla clasificatoria quiere mirar y en qué metas enfocarse a pesar de que el italiano sorprendiese a todos señalando los 40 puntos (permanencia) como su primer reto. El vestuario habla de Europa en cada entrevista y para poder soñar con ello ser capaz de sumar victorias lejos de Mestalla se torna imprescindible. 

El conjunto blanquinegro quiere dar ya ese paso y el feudo navarro es el lugar perfecto para ello precisamente por la suma dificultad de la empresa.

Osasuna es el tercer mejor local del campeonato, solamente se ha dejado tres puntos en su estadio, y vencer a un rival así puede ser el espaldarazo que los valencianistas necesitan para quitarse ya el fantasma de jugar fuera de casa. Perder, por contra, tiene el peligro de generar un efecto contrario al situar al equipo con cero victorias en cuatro salidas en lo que va de temporada. La poca capacidad resolutiva fuera lleva temporadas lastrando mucho al Valencia y su capacidad para luchar por cotas mayores que vagar por tierra de nadie. Este encuentro puede ser puerta grande o enfermería. 

Confianza con los resultados lejos de Mestalla

A nivel anímico, el vestuario del Valencia afronta este partido con total confianza de que su juego camina por la senda que le llevará a ganar encuentros también lejos de la Avenida de Suecia. Gattuso insistió mucho después del encuentro en Cornellà y lo volvió a hacer en la previa a visitar Pamplona, cree que merecieron ganar al Espanyol y que su equipo jugó con la mentalidad correcta, al igual que en San Mamés.

Para el italiano, el de Vallecas es el modelo de partido a evitar para empezar a ser solvente sin su público apretando en las gradas. Con esta idea en la cabeza, el equipo cree que está cerca de romper su maleficio si mantiene su personalidad y es fiel a su manera de jugar durante los 95 minutos que dura el encuentro.