Gattuso necesita 'cambios' urgentes

¿Es problema del fondo de armario o del uso que el entrenador hace de él? El Valencia se cae en las segundas partes y mover el banquillo no está sirviendo para cambiar el rumbo

Gattuso, gritando en la banda

Gattuso, gritando en la banda / Francisco Calabuig

Rafa Jarque

Rafa Jarque

Tres puntos de los últimos 15 posibles. Estos son los números más recientes de un Valencia que ha encendido todas las alarmas. Son muchas las debilidades que están lastrando al Valencia, pero una de las más evidentes es la incapacidad de cambiar el rumbo del partido desde el banquillo. ¿Es culpa del fondo de armario de la plantilla o de los cambios de Gattuso?

A lo largo de las últimas temporadas el debate sobre los recursos en la 'unidad b' ha estado encima de la mesa. Este curso no ha cambiado y el ejemplo más reciente es el último partido de liga frente a la Real Sociedad. El Valencia de Gattuso se quedó en superioridad numérica desde el minuto 16 y, aún así, no pudo darle la vuelta al marcador. Ni siquiera con los cuatro hombres de refresco que entraron en la segunda parte. 

Victorias desde el banquillo

El guion de la película lleva siendo el mismo desde la jornada uno. Contando los 13 partidos disputados, el balance (+-) de puntos desde que que se produce el primer cambio del partido hasta el final del mismo es de -9. Es decir, el Valencia ha perdido nueve puntos respecto al momento en el que los entrenadores empiezan a mover el banquillo. Un dato alarmante y que deja de manifiesto que hay un problema de fondo. Hasta la fecha, solo en dos partidos se logró mejorar el resultado con los hombres de refresco (5-1 ante el Getafe y 3-0 ante el Celta), pero en ambos choques estaban los tres puntos encarrilados antes de los cambios. En los otros dos triunfos del curso (1-0 ante el Girona y 1-2 en El Sadar) tampoco se logró la victoria desde el banquillo, pues el resultado a favor campeaba desde la primera parte.

Gattuso anima a Gayà tras el partido con el Mallorca

Gattuso anima a Gayà tras el partido con el Mallorca / Francisco Calabuig

Nueve puntos perdidos

El Valencia de Gattuso se cae en las segundas partes. El intercambio de golpes desde el banquillo siempre cae del lado rival y los números son la mejor prueba para explicarlo. El primer ejemplo, ante el Atleti en Mestalla. El partido estaba empatado y, tras el cambio de cromos, los de Simeone se llevaron los tres puntos, además gracias al gol de uno de los cambios (Griezmann). Ante el Elche, también en Mestalla, se perdieron otros dos. Las sustituciones dieron aire al conjunto franjiverde, que consiguió empatar y pudo incluso ganar ante un Valencia cuyos cambios, lejos de surtir el mismos efecto, empeoraron la imagen del equipo. 

A partir de ahí el problema cogió más forma. En el Pizjuán terminó en empate un partido que el Valencia domina en los primeros cuarenta y cinco minutos. Guion idéntico, con peor desenlace incluso se produjo ante el Mallorca. Un segundo tiempo imperdonable permitió a los bermellones remontar. Semana más tarde sucedió ante el Barça, aunque con matices: los de Gattuso jugaron mejor en la segunda mitad, potenciados por los cambios, pero fue en el descuento cuando Lewandowski envió los tres puntos al Camp Nou.

El pasado sábado al Valencia se le escapó la victoria frente al Barça en el último minuto tras un gol de Lewandowski

Al Valencia se le escapó la victoria frente al Barça en el último minuto tras un gol de Lewandowski / F. Calabuig

En total nueve puntos perdidos desde el momento en el que los entrenadores introducen hombres de refresco. Unos datos que ponen de nuevo entredicho el fondo de armario o, por otro lado, lo que el entrenador del equipo es capaz de hacer con él.