Poco tiempo y mucho trabajo en el mercado

Cuatro días para que se cierre la ventana de contrataciones y el club no ha firmado ningún centrocampista ni extremo. Saúl Ñíguez es una opción complicada encima de la mesa

Saúl, con Griezmann

Saúl, con Griezmann / SD

Pau Pardo

Pau Pardo

El tiempo se le agota al Valencia en el mercado de fichajes a pesar de la extrema necesidad de refuerzos que tiene el equipo. Quedan cuatro días para que se cierre la ventana de incorporaciones y a pesar de que el equipo se está cayendo y evidencie carencias especialmente en el centro del campo y la rotación de las bandas, el club no ha cerrado ninguna operación. El último nombre en aparecer vinculado al club es del de Saúl Ñíguez, pero sus condiciones económicas son cuanto menos complicadas para un club muy justo en el Fair Play Financiero. 

Dos centrocampistas -un pivote y un interior- y un extremo eran las peticiones de Gennaro Gattuso antes de que se abriese la ventana de fichajes, algo que a cuatro días para su cierre parece más bien una quimera. El italiano en la comparecencia previa al duelo contra el Athletic ya lo redujo todo a que necesita «un mediocampista que pueda jugar en todas las posiciones del centro del campo». Y reforzar la medular sigue siendo la prioridad.

Ñíguez en caso de poder hacerse, consumiría todo el margen económico -cobra 9 millones anuales, la mitad son 4,5, más que ningún otro integrante de la plantilla por un año entero- y tampoco es un jugador que pueda actuar como pivote, aunque sí es ese perfil de interior físico y con llegada que también le hace falta al centro del campo, pero no es un comodín. 

La del ilicitano, tal y como publicó Relevo, es una de las opciones que baraja el club para la parcela ancha, pero la situación del equipo es límite y la espera no puede ser eterna -tampoco por lo poco que queda para el cierre del mercado-. Gattuso necesita revulsivos ya y el Valencia debe acelerar en sus elecciones para tratar de recuperar el pulso de un proyecto sumido en las dudas.