Un 'gigante' mermado por su propia defensa

Milagros los justos, debió pensar Giorgi Mamardashvili en el estadio José Zorrilla. El guardameta del Valencia se vistió de ‘superhéroe’ durante varios minutos, especialmente en la segunda parte, parando todas y cada una de las acciones en las que el Valladolid conseguía rematar a puerta. Sin embargo, la poca eficacia de la línea defensiva terminó pesando demasiado y no pudo evitar el 1-0 definitivo. 

Parecía que por fin iba a ser un partido tranquillo para Giorgi, por lo menos en la primera parte. El Valencia comenzó dominando sin demasiados apuros a su rival y ahogaba con rapidez cualquier intento blanquivioleta. El georgiano vivía cómodo en su área y su única preocupación era la de encontrar la mejor opción a la hora de sacar el balón. Esa sigue siendo su gran asignatura pendiente, de hecho. Sobre todo si Gattuso va a seguir firme en su idea de sacar el balón jugado desde atrás. 

Fue en la segunda parte cuando a Giorgi Mamardashvili le tocó multiplicarse para sostener a un Valencia que se caía con el paso de los minutos. La primera fue nada más salir a vestuarios, enviando a córner un gran disparo de Óscar Plano desde fuera del área. Antes de llegar al 60 el georgiano apareció de nuevo, esta vez para detener el disparo de Machís con una gran mano. Apenas dos minutos después Giorgi se hizo enorme para salir victorioso de un mano a mano contra Gonzalo Plata tras una pérdida de Gayà. En el 67 salvó a su equipo por cuarta vez en poco más de 20 minutos. 

Ya en el descuento, nada pudo hacer en el gol de Larin que dejó los tres puntos en casa. Mamardashvili se hizo gigante y ni aún así pudo evitar la derrota de un Valencia que hace aguas en defensa. 

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