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El peor rival, en el peor momento

Voro estrena su misión más difícil en el Bernabéu, ante un Madrid enrabietado y con el objetivo de frenar la caída libre del Valencia

Supercopa de Espana semi-final - Real Madrid vs Valencia

Supercopa de Espana semi-final - Real Madrid vs Valencia / STR

Vicent Chilet

Vicent Chilet

El Valencia visita el peor estadio posible, el Santiago Bernabéu, en el peor momento que se le recuerda al club de Mestalla en su historia reciente. En caída libre, con un punto de 12 y al borde del descenso, sin haberse reforzado en el mercado de invierno, con una plantilla limitada en efectivos y experiencia, con el líder en el que se había depositado el peso del proyecto, Gennaro Gattuso, acabado de dimitir. Con la peor crisis de Meriton Holdings en sus ocho años en el club, con los jugadores cobrando en pagarés y con la masa social movilizándose, mientras desde el club no se transmiten señales visibles de autocrítica en una gestión que retrocede año tras año.

Voro González, especialista en milagros, tiene ante sí la más complicada de las ocho misiones en las que ha tenido que intervenir. Ninguna de ellas ha sido sencilla desde que en la temporada 2007-08 tuvo que auxiliar al Valencia post-doblete y con Villa, Silva y Mata para evitar el descenso. Su templanza, su capacidad para comprender a los jugadores y el orden táctico han bastado en las ocasiones precedentes para esquivar la bala. A esa tarea psicológica para atender a un vestuario desbordado por la deriva deportiva se ha dedicado el técnico de l’Alcúdia en las primeras horas, acompañando esa terapia con un discurso que sonó firme, sin vacilaciones, en sala de prensa.

Las opciones por sacar algo de provecho en el coliseo madridista pasan, antes que por la pizarra, por la mente, por detener el estado de pánico que se ha contagiado al entorno, con 20 jornadas todavía por delante. En el plano futbolístico, Voro recurrirá al 4-3-3 utilizado en sus anteriores regencias en el banquillo y que ha sido el dibujo empleado por Gennaro Gattuso antes de que las dudas por las lesiones y los malos resultados le motivasen a dar el volantazo al 4-4-2.

El equipo blanquinegro se presenta con las ausencias habituales de las últimas jornadas (Jaume y Nico de larga duración, Thierry Rendall más Justin Kluivert). Las premisas son básicas, como en cada manual de crisis. Aferrarse a pocas pero resolutivas certezas. Crecer desde la seguridad defensiva y tratar de aprovechar el buen promedio de cara a puerta que ha mantenido el bloque con la referencia de Edinson Cavani.

La dificultad será máxima ante un Real Madrid que, pese a su empate contra la Real Sociedad, va recuperando el mejor nivel de juego. La referencia reciente del encuentro contra el conjunto de Carlo Ancelotti en la semifinal de la Supercopa en Arabia Saudí no es del todo fiable. El apetito merengue en la persecución al liderato del FC Barcelona es más acuciante que la motivación en un torneo menor y deslocalizado geográficamente.

El técnico italiano recupera a jugadores como Carvajal (que podría regresar al once por Nacho) y Tchouaméni, pero sigue sin poder contar con Alaba, Mendy y Lucas Vázquez. El buen momento de jugadores como Ceballos y Fede Valverde dan opciones a Carletto para retocar la medular, en espera de un mes de febrero cargado de partidos y en el que serán necesarias las rotaciones. En ataque, la amenaza de Mamardashvili será el tridente formado por Vinicius, Rodrygo y Benzema, que ya pusieron a prueba las buenas prestaciones del meta georgiano en Riad.