LA PIZARRA

Real Madrid-Valencia: Hará falta mucho más que pragmatismo

Jugar en el Santiago Bernabéu contra un Real Madrid al que se le puede escapar el tren de LaLiga exigirá al equipo acelerar y mucho este proceso de ensamblaje

Real Madrid - Valencia CF

Real Madrid - Valencia CF / Juan Carlos Cárdenas

Pau Pardo

Pau Pardo

El octavo Valencia de Voro González arranca en el escenario más complicado posible. El entrenador de l’Alcúdia tiene ante sí la difícil tarea de levantar a un equipo golpeado por la situación e inundado de dudas en su juego. La llegada del entrenador valenciano suele traer consigo un viraje hacia el pragmatismo táctico, a lo largo de sus experiencias ha alternado diferentes sistemas para tratar de equilibrar al equipo y reducir todo lo posible sus debilidades, hacerlo fiable en defensa y a partir de ahí crecer.

Jugar en el Santiago Bernabéu contra un Real Madrid al que se le puede escapar el tren de LaLiga exigirá al equipo acelerar y mucho este proceso de ensamblaje, pero el Valencia también necesitará muchas más cosas y no todas dependen de ellos. Un mal día de los madridistas, una exhibición de instinto de supervivencia y quizás una pizca de fortuna sean algunas de las cosas que necesitará el equipo para salir vivo de su visita al conjunto blanco. 

Planteamiento de certezas

Con el poco tiempo que ha habido para trabajar cambios y con las dudas que arrastraba el equipo en su juego, que se traducía en errores en la toma de decisión con balón y también a la hora de saltar a la presión u ocupar los espacios para la lucha de la segunda jugada, el planteamiento del Valencia se deberá sostener sobre unas pocas certezas y directrices claras en el juego, entendiendo especialmente que el partido invita primero a neutralizar el potencial del rival y luego ver cuál es la mejor manera de hacerle daño. El partido de la Supercopa de España fue quizás el más preparado del Valencia esta temporada en este sentido y quizás sirva como referencia principal para afrontar el de esta noche.

Reducir los espacios

El Madrid es un equipo que atesora una gran calidad individual en sus jugadores. Cuánto más espacio para desarrollar su juego y más tiempo para pensar tengan más peligrosos serán y más fácil les será ‘entrar en calor’ y poner la maquinaria a trabajar. Independientemente de la altura del bloque y de la presión que ejecute el Valencia, la clave sin balón estará en ser precisamente un bloque. Los de Voro han de tratar de tener las líneas lo más juntas posibles para no permitir una circulación fluida ni que los jugadores más virtuosos del cuadro de Ancelotti reciban cómodos por detrás de la línea de centrocampistas. Los valencianistas no destacan especialmente por su agresividad, tampoco el cuadro merengue, por lo que gran parte del éxito de llevarse balones divididos o segundas jugadas pasa porque el posicionamiento táctico permita a los jugadores estar en la mejor disposición para disputarlos. 

Verticalidad ofensiva

La posesión de balón será madridista prácticamente seguro y el Valencia deberá ser muy preciso y vertical en sus ataques. El primer pase después de robar el balón será clave para lanzar los ataques valencianista a una defensa que concederá espacios y a la que no le gusta correr hacia atrás. Si ese primer envío es limpio, el conjunto de Voro tendrá muchas opciones de hacer daño al rival a través de unos Lino, Castillejo y Cavani que han de dar un paso al frente si el equipo quiere tener alguna oportunidad de dar la campanada. Plantear un partido ‘largo’ y jugar con el nerviosismo de un rival al que no le vale el empate será también clave.