Urgencia máxima en Montilivi

El Valencia de Voro visita al Girona con un solo punto sumado de los últimos 15 y metido de lleno en la lucha por la permanencia

El Valencia quiere volver a sonreír en LaLiga, después de sumar solo un punto de los últimos 15

El Valencia quiere volver a sonreír en LaLiga, después de sumar solo un punto de los últimos 15 / F. Calabuig

Vicent Chilet

Vicent Chilet

Montilivi probará el instinto de supervivencia de un Valencia que no solo se medirá a un rival directo como el Girona. El equipo de Voro González se medirá también a sus miedos y al bloqueo mental que ha llevado a los blanquinegros a caer en picado desde el regreso a la competición tras la pausa por el Mundial de Catar, con un punto de 15 posibles. A las derrotas contra el Villarreal, el Cádiz, el Valladolid y el Real Madrid, más el empate contra el Almería en Mestalla, se han unido otras señales adversas como la eliminación de la Copa del Rey frente al Athletic, la llegada de lesionados no compensada con fichajes y la salida de Gennaro Gattuso, a quien se había entregado todo el peso de un proyecto lleno de carencias. Una tormenta que ha aumentado la temperatura del descontento social ante el riesgo de un descenso a Segunda. Un peligro visible aunque quede toda la segunda vuelta por jugar y aunque, para fortuna de los de Mestalla, haya muchos equipos metidos en la misma contienda.

En el primer partido del octavo regreso a los banquillos de Voro, el Valencia mostró durante casi una hora de partido en el Bernabéu una versión más pragmática que en los últimos partidos de Gattuso en el banquillo. El talento diferencial del Real Madrid desniveló el partido pero, a pesar del marcador, el equipo mostró una base desde la que reconstruirse. Sin embargo, a los «brotes verdes» que significaría volver a porterías a cero, a crecer desde la defensa y a cerrar la hemorragia de derrotas, al Valencia se le une una imperiosa necesidad de victorias. Ante el Girona, rival directo con un punto más en la tabla, el objetivo no debe ser otro que sumar tres puntos que liberen al joven equipo de Voro de toda la ansiedad acumulada.

La situación clasificatoria del Valencia, de no irrumpir una gran reacción, apunta a una batalla larga en la que será imprescindible templar los nervios en el embarrado ambiente crispado de la lucha por la permanencia. Hay que evitar acciones de inmadurez como la de Gabriel Paulista, que hoy no será de la partida por la tarjeta roja vista frente al Madrid por una patada totalmente fuera de lugar a su compatriota Vinicius Jr. Cenk o Cömert, que crecieron competitivamente bajo la tutela de Gattuso, acompañarán a Mouctar Diakhaby. Falta por ver el resto de cambios que pueda hacer Voro en el «once» aunque, tradicionalmente, el preparador valenciano ha optado en estas situaciones de crisis por consolidar un bloque muy reconocible, con justas variaciones.

El Valencia debe intentar aprovechar los puntos flacos de un Girona que no ha logrado de momento ni una portería a cero en lo que se lleva de campeonato. El técnico Míchel, sancionado para este partido tras ser expulsado frente al Barcelona, deberá readaptar la defensa ante las bajas de los dos laterales derechos del equipo, que podrían motivar un cambio de sistema con tres centrales para disponer de laterales largos y así poder reubicar sin tanto riesgo a algún jugador en el flanco diestro. David López, Reinier Jesus e Ibrahima Kébé siguen de baja por lesión, mientras que la hinchada local sigue esperando el debut del delantero Viktor Tsygankov.