Engonga iba para electricista y terminó logrando su sueño de ser futbolista. Como cuando miraba a Gullit e imaginaba realizando algunos de sus gestos técnicos en esa carrera hacia el mundo profesional. Nacido en Cantabria, con raíces ecuatoguineanas por parte de padre, vistió la camiseta de la selección española e irrumpió en el Valladolid de inicios de los noventa para vestir luego las camisetas de Celta de Vigo, Valencia, Mallorca y Oviedo en España. Antes había estado en las filas del Sporting Mahonés. Sobre su 'look' con trenzas, el centrocampista dejaba claro cuál era su modelo a seguir: "No, un poco no. Le copié entero. El tío medía 1,88 y yo pensaba: tengo que llegar a 1,88, tengo que llegar a 1,88. Era negro, alto, con melena. Me dejé la melena por Gullit", señaló.
En Islas Baleares, tras terminar su instrucción militar, empezó a ver la opción de convertirse en profesional y en el Sporting Mahonés mostró su potencial en Segunda B. Ahí llamó la atención del Valladolid, con el que debutó en Primera División junto a los Valderrama e Higuita, además de otros jugadores como Caminero y Onésimo. De Pucela a Galicia. Y tras dos años en el Celta de Vigo le llegó la oportunidad de aterrizar en Mestalla. Luis Aragonés, fue el técnico que más apostó por Engonga. Plaza complicada la de Mestalla, en la que coincidió con jugadores como Mijatovic o Romario. Tras tres años, alternados con alguna suplencia y la famosa final de la lluvia perdida contra el Deportivo, se marchó de Valencia por la puerta de atrás decepcionado con Valdano, al que acusó de no decirle a la cara lo que había dicho a su espalda, que no le quería.
En la parte final de su carrera, acudió a la llamada del entonces presidente del Mallorca, el doctor Beltrán. Era un recién ascendido, pero contaba con un entrenador como Héctor Cúper y fichajes contrastados como Iban Eskurza, Moya, Gálvez, Iván Campo, Romero. Parecía el ocaso de su carrera y fue todo lo contrario. Jugó con un Mallorca al que le salió todo. Nada más llegar, conquistó el primer título al ganar la Supercopa de España al Barcelona. Las veteranía de los antes mencionados, unida a un portero como el argentino Carlos Roa y al entonces yugoslavo Stankovic, sumado al talento de un por entonces desconocido joven canario llamado Valerón, hicieron un grupo fantástico.
Etapa en la selección española e historia con el Mallorca
La oportunidad de la selección española le llegó tarde a Engogna. Camacho le permitió vestir la camiseta de la Roja y tras dos años de fase de clasificación llegó la Eurocopa del 2000, con Engonga por supuesto en la plantilla. Participó 22 minutos contra Eslovenia en un duelo clave para la clasificación a la siguiente fase de la Euro.
Curiosamente, Engonga pasó a la historia del Mallorca por anotar el primer gol de la entidad balear en la Champions League tras marcar un penalti contra el Arsenal. Al cerrar su etapa en el Mallorca, Engonga se marchó unos meses al Oviedo y probó suerte en Inglaterra para poner punto y final allí a su carrera como futbolista.
Paso esporádico por los banquillos
Tras retirarse empezó su inquietud por la faceta de entrenador. Entrenó en categorías inferiores del Mallorca, en el primer equipo unos días como segundo de Miquel Soler, y fue seleccionador de Guinea Ecuatorial. Estuvo en el cuerpo técnico del Al-Shabab, equipo saudí de la ciudad de Riyadh. Antes dirigió al Al-Ettifa Sub-21, también en territorio saudí. Actualmente trabaja dentro del organigrama de la selección española como delegado.