Mestalla necesita otra gran noche

El valencianismo se cita en la Avenida de Suecia para recibir al autobús y protestar contra Lim. En Mestalla, pañolada para los árbitros y apoyo incondicional al equipo. Solo vale ganar

Recibimiento en la Avenida Suecia

Recibimiento en la Avenida Suecia / Francisco Calabuig

Andrés García

Andrés García

La permanencia pasa por Mestalla. Quedó demostrado contra la Real Sociedad. La verdadera tabla de salvación del Valencia es su estadio y su afición. El propio Rubén Baraja lo reconoce en cada rueda de prensa. El equipo del Pipo se aferra a la mística del viejo coliseo para salir de los puestos de descenso a segunda división. El valencianismo lo sabe y hará todo lo posible para llevar en volandas a los jugadores.

Como el pasado 25 de febrero en la victoria por la mínima contra los donostiarras. Aquella química que se creó entre el equipo y su afición es el único camino para salvar la categoría. Repetir aquella atmósfera mágica es casi una obligación para el valencianismo. Mestalla, hoy más que nunca, quiere otra gran noche. La necesita. En juego está la supervivencia del club. 

Recibimiento

La afición estará al lado del equipo incluso antes de llegar al estadio. Baraja quería el recibimiento al autobús del equipo que tantas veces vivió como jugador del Valencia y lo tendrá. El valencianismo se ha citado dos horas antes del partido para recibir al bus en la Avenida de Suecia por primera vez en la era Pipo. El recibimiento al autocar del equipo y la posterior manifestación contra Peter Lim son perfectamente compatibles.

Las dos acciones podrían realizarse con normalidad bajo un mismo dispositivo tal y como confirmaban a SUPER fuentes policiales. El Pipo se quedó «triste» contra la Real y está convencido de que el calor de la afición por las calles de la ciudad dará un plus a su joven equipo. «Creemos que se ha entendido lo primordial que resulta para nuestros jugadores que accedan al estadio por la entrada habitual y reciban nuestro caluroso apoyo, pues la plantilla y cuerpo técnico son quienes nos van a salvar sobre el terreno de juego», decía Libertad. 

Protesta en la Avenida Suecia

Inmediatamente después, el valencianismo se concentrará contra Meriton. Libertad VCF ha citado a la afición para realizar un manifestación pacífica en la Avenida Suecia desde las 20:00 con una novedad. Aprovechando las fiestas, la asociación ha organizado una «globotà fallera» a las 20:30 horas coordinada desde la cabecera con más de 2.000 globos amarillos. Posteriormente, se propone el «acceso al estadio con nuestros carteles en alto al inicio del partido. Por supuesto cada valencianista tomara su decisión personal de cuando accederá o se mantendrá fuera de Mestalla el tiempo que considere oportuno». Ya dentro del estadio se repetirá el atronador minuto 19 con silbatos. 

Árbitros

El rival es Osasuna, pero también los árbitros. El equipo tendrá que tener mucho cuidado con la designación de Iglesias Villanueva como colegiado principal y Cuadra Fernández en el VAR. Por si fuera poco, Osasuna también viene de quejarse de los árbitros. Una presión añadida.

El valencianismo protestará contra los últimos arbitrajess con una pañolada en el minuto 1, tal y como propuso l‘Agrupació de Penyes. En el recuerdo de todos aún está el penalti no señalado de Franck Kessié a Fran Pérez en el Camp Nou que colmó la paciencia de la afición y alimentó las sospechas de persecución arbitral desde que el club llevó a la RFEF a los tribunales.

La final

La noche no será completa sin una victoria. El Valencia nesita ganar sí o sí en Mestalla para salir de los puestos de descenso. La urgencia es máxima. Los equipos de abajo están vivos y en el horizonte asoma ya el partido del próximo fin de semana contra el Atlético en el Metropolitano. Los de Baraja están obligado a ganar a Osasuna para dar continuidad a las buenas sensaciones de los dos últimos partidos y aprovechar los duelos entre rivales directos como el Cádiz-Getafe de anoche o el Sevilla-Almería del domingo.

Comenzar la era Baraja con dos victorias consecutivas en Mestalla supondría una inyección de moral mayúscula que elevaría la confianza de los futbolistas. Son más que tres puntos. Ganar es seguir creyendo y dando pasos hacia adelante. Perder sería el abismo. El problema es el rival. Osasuna llega a Mestalla con un proyecto detrás y mirando a Europa. Al revés que el Valencia.