Baraja necesita arreglar el centro del campo

El Valencia ya ha utilizado 10 variantes en la medular esta temporada. El Pipo, de momento, ha recurrido a 4 combinaciones en sus cinco partidos. Acertar por dentro es media salvación

Ruben Baraja

Ruben Baraja / Europa Press

Andrés García

Andrés García

El centro del campo se ha convertido en el gran agujero del Valencia durante las últimas temporadas. La medular no ha podido soportar la gestión deportiva de Meriton. Las salidas de Dani Parejo, Francis Coquelin, Geoffrey Kondogbia, Daniel Wass y Carlos Soler, unido a la ausencia de fichajes en los mercados de verano e invierno, han debilitado la parcela central. El club ha vendido (regalado en algunos casos) a centrocampistas contrastados que no han tenido reemplazos de garantías en la plantilla. El resultado es una progresiva pérdida de nivel que se ha traducido en una merma irreparable de equilibrio y consistencia en el corazón del equipo.

La sala de máquina del equipo no es una zona del campo estable. No hay forma de encontrar una continuidad necesaria. Ni en el juego ni en las alineaciones. La prueba de que los entrenadores no han sido capaces de recuperar la consistencia perdida a pesar de la multitud de combinaciones utilizadas esta temporada.

Yunus Musah durante un partido con el Valencia CF en Mestalla esta temporada

Yunus Musah durante un partido con el Valencia CF en Mestalla esta temporada / JM Lopez

Hasta diez centros del campo diferentes ha probado el Valencia esta temporada de la mano de Gennaro Gattuso, Voro González y ahora Rubén Baraja. Ninguno se ha consolidado. 26 jornadas, dos eliminatorias de Copa del Rey y una semifinal de la Supercopa de España después el aficionado del Valencia sigue sin saber cuál es su trivote o su doble pivote titular. Y eso es un problema a estas alturas de la competición.

El centro del campo más utilizado esta temporada ha sido el Hugo-Yunus-Almeida y, sin embargo, solo ha sido la formación elegida en cinco partidos. El trivote Hugo-Ilaix-Almeida y el Nico-Yunus-Almeida se ha repetido cuatro veces cada uno. A partir de ahí, los entrenadores se han visto obligados a apostar por un sinfín de combinaciones entre Hugo, Nico, Ilaix, Yunus, Almeida, incluso con LatoFoulquier en posiciones antinaturales que no funcionaron. Todas acabaron sin éxito y sin continuidad. 

Ilaix Moriba controla el balón el Sevilla-Valencia de la primera vuelta de LaLiga.

Ilaix Moriba controla el balón el Sevilla-Valencia de la primera vuelta de LaLiga. / LaLiga

Tres pivotes, tres sistemas

Hay datos que evidencian un problema estructural en la plantilla. Los técnicos ya han tenido que improvisar tres pivotes diferentes (Hugo, Nico y Almeida) ante la ausencia del fichaje del mediocentro defensivo que nunca llega. La desesperación fue tal que Gattuso dio un giro táctico y renunció a su trivote clásico para probar el doble pivote Almeida-Yunus. También se diluyó.

Baraja está obligado a dar con la tecla para encontrar ese equilibrio en el centro del campo necesario para salvar la categoría. De momento, ha usado cuatro combinaciones. El Pipo arrancó, casi sin tiempo para prepara su primer partido en Getafe, con Almeida de pivote y la dupla Ilaix-Yunus de volantes. A partir de su segundo partido dio galones a Hugo como ‘6’ con Almeida por delante. Contra la Real y Osasuna les acompañó Yunus y frente al Barça el elegido fue Ilaix. A pesar de las dos victorias en Mestalla, Baraja estrenó de inicio en el Metropolitano el Hugo-Nico-Yunus sin suerte.

Almeida, contra Osasuna

Almeida, contra Osasuna

¿Y ahora contra el Rayo Vallecano qué?

Baraja cree en Hugo, pero también confía mucho en la polivalencia de Nico como ha reconocido públicamente. «Nico tiene características para jugar en diferentes posiciones. De 6, de interior, con doble pivote. Tiene diferentes características y espero que se acople cuanto antes a lo que buscamos». La decisión del Pipo es clave. Encontrar la fórmula del éxito en el centro del campo puede ser media salvación.