Fuego cruzado y estadio parado

Ante las demandas por parte del Ayuntamiento respecto al precio final del polideportivo y el aforo, el Valencia replica desde octubre en la insistencia de la teoría del "bloqueo político"

Reunión Ayuntamiento de Valencia y Valencia CF

Reunión Ayuntamiento de Valencia y Valencia CF / JM López

El futuro estadio del Valencia sigue encallado y no se atisba una solución en el corto plazo. El proyecto inmobiliario, que lleva 15 años parado por falta de recursos financieros, parece condenado a volver a retomarse con los gobiernos que salgan elegidos después de las elecciones municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo. Tras la extinción de la anterior Actuación Territorial Estratégica (ATE), la negociación para el nuevo convenio ha avanzado de manera sustancial sólo con el acuerdo por las fichas urbanísticas, por las que el Valencia aceptaba que únicamente podrá comercializar los terrenos de Mestalla si primero acaba las obras del nuevo campo. No obstante, las diferencias siguen residiendo en el coste del polideportivo de Benicalap (del que el Ayuntamiento recuerda que debe incluir el correspondiente IVA), el aforo de 70.000 espectadores fijos (el club recoge 66.000 ampliables a 70.000 para dotar al estadio de «la idiosincrasia especial» de la terraza), los plazos de demolición del antiguo Mestalla y los puntos en la vigilancia del cumplimiento del convenio. Desde el equipo de gobierno se afirma que la propuesta, a día de hoy, del Valencia «vacía de contenido el convenio» y «diluye las obligaciones por parte del club».

El fuego cruzado entre club y administración ha proseguido una vez dejada atrás la etapa de inmovilismo de Anil Murthy. Con el regreso a la presidencia de Layhoon Chan, y el ascenso de Javier Solís como director corporativo y principal figura de interlocución, no ha servido para desbloquear un proyecto capital para el club blanquinegro y también para la ciudad, en términos de imagen y proyección. Desde la primera rueda de prensa de Solís, el 20 de octubre del pasado año, el Valencia ha deslizado el interés político en ralentizar el acuerdo. «Hay elecciones a la vuelta de la esquina. No siempre confluye el interés general con el interés partidista. Otros intereses ocultos, si lo he dado a entender no era la intención. Sí que recalco que este retraso en los tiempos a la hora de tener el nuevo convenio está perjudicando a los intereses del club y de la ciudad», señaló Solís en su primera comparecencia pública.

El paso adelante tras el acuerdo por las fichas urbanísticas del 27 de enero, se enfrió a los pocos días en la comparecencia del 1 de febrero, marcada por la grave crisis deportiva y en la que Solís, acompañado de Layhoon Chan, también opinó sobre el estadio. Sobre el polideportivo, afirmó que «sin entrar en derivaciones de IVA o no IVA», el coste «pasa de 5,7 a 8,1 indica una evolución y una voluntad, unas ganas de finalizar un proyecto» y se volvió a insistir en la teoría del bloqueo político: «Esa sensación la tenemos nosotros sinceramente, que nos bloquean políticamente. No podemos obviar que hay unas elecciones a la vuelta de la esquina. Con la situación que sufrimos a la otra parte igual no le interesa avanzar en el tema del estadio pensando en ese rédito. Con un proyecto parado, que está ahí que nos está debilitando en comparación con nuestros competidores. Si ayer había dos puntos claves que preocupaban a Sandra Gómez, están».

Finalmente, en su rueda de prensa del pasado jueves, Solís afirmó que la buena sintonía a nivel «técnico» tenía correspondencia política: «Nos vemos obligados a decir que hay un cierto bloqueo político y en las reuniones técnicas a la hora de decir a o b, no han contestado. Esa sensación la tenemos nosotros. Algo pasa. Hay unas elecciones a la vuelta de la esquina, con la situación actual, a la otra parte igual no le interesa avanzar en este tema, pensando en algún tipo de rédito Hemos sido muy proactivos en las reuniones con los técnicos».

Goirigolzarri: "No somos propietarios"

Por otro lado, el Palacio de Congresos de València albergó este viernes la Junta General Ordinaria de Accionistas de Caixabank. Un acto en el que el periodista Álex Alfaro, de Tribuna Deportiva, compareció «en posesión y representación de 1050 acciones» De acuerdo al «momento crítico» del Valencia CF, cliente de la entidad bancaria, Alfaro recordó a los presentes los 180 millones de pérdidas desde que Peter Lim, en nombre de Meriton Holdings, compró el club de Mestalla en 2014.

José Ignacio Goirizolgarri, presidente de Caixabanc, contestó al accionista afirmando que desde Caixabanc son «muy conscientes de que el Valencia representa mucho para la sociedad valenciana, pero por razones deontológicas elementales no hablamos de la relación con nuestros clientes. Nuestra reputación es fundamental, pero se basa en la profesionalidad y el cumplimiento escrupuloso de los acuerdos con nuestros clientes».

Sobre una posible venta del club, también manifestó que «no somos propietarios» y que «serán a ellos a los que deben dirigirse con sus reflexiones y sugerencias». «Por resumir, somos una entidad que tiene concedida una financiación a una empresa privada, que tiene propietarios que son los encargados de la gestión. No tenemos ni capacidad ni responsabilidad en la gestión», matizó.

Por último, Goirizolgarri confesó que “coincidimos en desear lo mejor para el Valencia» y que «eso pasa por la sostenibilidad económica y financiera, pero también desde el punto de vista deportivo y social» del club de Mestalla.