El Rayo de Isi amenaza a una de sus víctimas favoritas

La estrella rayista pone a prueba los brotes verdes del Valencia desde que llegó Baraja. Está jugando a nivel de Selección y Mestalla se le da bien

Isi, tras marcar un gol al Valencia

Isi, tras marcar un gol al Valencia / EFE

Rafa Jarque

Rafa Jarque

La principal amenaza este lunes en Mestalla tiene nombre y apellidos: Isi Palazón. El atacante español está firmando una temporada de mucha altura en Vallecas, superando su aportación del curso pasado, que ya le había situado en el mapa del fútbol español. Con 26 jornadas disputadas, Isi registra seis goles y cinco asistencias de gol. Números que, sumados a su liderazgo dentro del campo, le han colocado incluso en el radar de la Selección española, aunque hasta el momento no ha sido reconocido con ese premio.

El futbolista de 28 años visita este lunes a una de sus víctimas favoritas. Y es que Isi parece tocado por una varita cada vez que se mide al equipo de la Capital del Turia, más aún de lo normal. En el partido de la primera vuelta en Vallecas ya lo demostró. El Rayo superó sin demasiados contratiempos al equipo entonces dirigido por Gennaro Gattuso por dos goles a uno. El tanto blanquinegro, aquel partido vestidos con la senyera, llegó ya sobre la bocina. Isi participó de forma directa en las dos dianas rayistas. En la primera fue el autor, el encargado de enviar el balón al fondo de las mallas tras ejecutar a la perfección una jugada de estrategia. El segundo tanto subió al marcador con mucha fortuna. Nico se introdujo el balón en su propia portería tras un saque de esquina enviado por Isi a la zona de conflicto.

El Valencia ya llegaba a ese partido avisado. Básicamente por los precedentes del curso anterior. En los dos partidos con Bordalás en el banquillo Isi se destapó como el MVP de ambos. En la primera vuelta, en Mestalla, empató el partido en el minuto 64 aprovechando un balón que había quedado muerto dentro de área. El choque concluyó en tablas. En la segunda vuelta, en Vallecas, volvió a rescatar un punto para su equipo, en esta ocasión no en forma de gol, si no de asistencia. Y no una cualquiera. El pase que midió en el espacio justo para Sergi Guardiola no está al alcance de cualquier futbolista de LaLiga. Antes de esa acción, había probado a Mamardashvili con dos disparos lejanos que obligaron al georgiano a emplearse a fondo. 

Gayà e Isi, pujando por un balón en Mestalla

Gayà e Isi, pujando por un balón en Mestalla / JM López

El de este lunes será el segundo y último asalto entre ambos esta temporada. Isi pondrá a prueba los brotes verdes del Valencia desde que llegó Baraja, especialmente en Mestalla, donde el equipo ha ganado los dos partidos que ha disputado con el Pipo en el cargo. 

Advertencia a los extremos

Isi sale ganando en la comparación con cualquiera de los extremos del Valencia CF. El murciano ha demostrado mucha más determinación que cualquiera de los atacantes valencianistas y esa es una de las muchas razones que explican la diferencia entre ambos conjuntos: el Valencia peleando por no descender y el Rayo por Europa, cuando históricamente ha sido siempre a la inversa. 

Justin Kluivert atraviesa por un gran momento.

Justin Kluivert atraviesa por un gran momento. / Francisco Calabuig

Ninguno de los tres jugadores de banda del Valencia que han jugando habitualmente se acerca a la aportación de Isi. Samuel Lino, el extremo con más minutos de la plantilla, incluso más que el jugador rayista, registra dos goles y dos asistencias. Es decir, cuatro goles fabricados, lejos de los 11 de Palazón. Castillejo, con menos minutos, ha generado tres goles, todos convertidos con él. Kluivert, por su parte, es el jugador que más olfato goleador ha demostrado en las últimas jornadas. De hecho suyo fue el gol que permitió al Valencia quedarse los tres puntos ante Osasuna. Poco a poco está formando parte de más onces y, si sigue la progresión, lo normal es que termine la temporada con números aceptables. Hasta el momento acumula cinco goles fabricados (cuatro anotados y una asistencia de gol). Los tres deben dar un paso al frente para sacar al equipo del pozo.