La tecla del 5-4-1 sí le funciona a Baraja

El Pipo acertó. El equipo se hizo fuerte desde atrás con su nueva disposición táctica. La tripleta Paulista-Diakhaby-Cenk ofreció garantías

Rubén Baraja aplaude a los aficionados desplazados a Elx

Rubén Baraja aplaude a los aficionados desplazados a Elx / JM López

Andrés García

Andrés García

El cambio de sistema funcionó. Rubén Baraja aparcó su clásico 4-4-2 para apostar por el 5-4-1 con tres centrales y dos carrileros largos en el Martínez Valero para recuperar la solidez perdida en el área. Y la nueva disposición táctica ayudó a ganar.

El equipo ganó en consistencia, minimizó las llegadas del Elche (solo un disparo entre los tres palos) y defendió mejor en líneas generales. Más juntos, con más ayudas y sin tantos espacios. La defensa de cinco, trabajada durante toda la semana en la ciudad deportiva de Paterna, sirvió para volver a dejar la portería a cero cinco jornadas después.

El equipo no acaba un partido sin goles en contra desde la victoria por la mínima a Osasuna en Mestalla. Desde entonces encajó contra Atlético de Madrid (3), Rayo Vallecano (1), Almería (2) y Sevilla (2). No es casualidad que las tres victorias del Pipo hayan llegado de la mano de la portería a cero. El vallisoletano apostó por Mouctar Diakhaby como libre, Gabriel Paulista de central derecho y Cenk Ökkacar en el perfil izquierdo. Los tres cumplieron con nota.

Paulista volvió al once titular dos meses después. No jugaba desde que se lesionó el 25 de febrero contra la Real. El hispano-brasileño cumplió con el poco trabajo que tuvo y puso su jerarquía y galones al servicio del equipo.

Solo cometió un error en una cesión comprometida a Giorgi Mamardashvili. El Pipo medita dar continuidad a la defensa de tres centrales el jueves contra el Valladolid en Mestalla. El equipo necesita a Gabi y a su nuevo dibujo para salvarse.