El cambio a peor de Yunus Musah

Yunus Musah ha dado un paso atrás la temporada que estaba llamado a dar un paso adelante. El centrocampista del Valencia CF estaba llamado a ocupar en el centro del campo el vacío que había dejado la venta de Carlos Soler al PSG el pasado verano. Sin embargo, su rendimiento ha estado muy por debajo de lo esperado. El ‘4’ no ha rendido al nivel de su estatus como futbolista de proyección internacional. Y el equipo lo ha pagado caro. El estadounidense reúne las condiciones físicas, tácticas y técnicas de los centrocampistas modernos que dominan actualmente en el fútbol europeo. Lo tiene todo para triunfar, pero este no ha sido su año. Como muchos de los jugadores de la actual plantilla. 

Lejos de ir a más, Yunus ha perdido protagonismo en la segunda vuelta. Su arranque de temporada fue esperanzador dentro del trivote de Gennaro Gattuso. Pisaba el área rival, ayudaba en la elaboración y apostaba un marcha de potencia y velocidad más al equipo. Se sentía cómodo en la propuesta de Rino apareciendo con libertad por diferentes zonas del campo. Sus dos únicas asistencias de gol de la temporada llegaron en septiembre (jornada 4) contra el Getafe. Su pico de rendimiento de la temporada llegó en el Mundial entre noviembre y diciembre. Musah causó sensación en Catar de la mano del seleccionador norteamericano Gregg Berhalter con un momento estelar que llamó la atención de todo el mundo: su cara a cara con el inglés Jude Bellingham. Musah cotizaba alza y su nombre comenzaba a relacionarse con equipos importantes del fútbol europeo. 

Arthur cuenta lo cerca que estuvo del Valencia

Desgraciadamente para el Valencia, Yunus ha sido otro desde que regresó de la Copa del Mundo. El futbolista se fue evaporando al mismo tiempo que se diluía el arriesgado juego asociativo de Gattuso. El italiano murió con Musah hasta el final. Disputó sus tres últimos partidos de principio a fin. Noventa minutos en el empate contra el Almería y las derrotas frente al Cádiz y al Valladolid. Desde la dimisión de Rino, nunca más ha vuelto a completar un partido esta temporada. En ninguna de las últimas 15 jornadas. Ni con Voro González. Ni con Rubén Baraja en el banquillo. Desde el Bernabéu hasta la 33, Yunus siempre ha sido sustituido. Un dato significativo que demuestra la falta de continuidad en su fútbol. 

Baraja ha intentado por todos los medios sacar todo el potencial del futbolista y ponerlo al servicio del equipo en esta recta final de la temporada, pero Yunus no lo ha puesto fácil. Con el Pipo ha sido suplente ya tres veces contra el Barcelona (12’), Rayo (salió en el 45’ por lesión de Nico) y Almería (17’). El estadounidense, como le ha pasado a Hugo Guillamón, se ha visto superado por dentro por el canterano Javi Guerra. El último intento de Baraja ha sido devolver a Yunus a sus orígenes desplazándolo del centro del campo a la banda derecha. Tampoco fue la solución. Mestalla le llamó la atención contra el Valladolid por su pasividad a la hora de abandonar el campo cuando fue sustituido (84’) y el Pipo lo sentó al descanso contra el Villarreal después de una primera parte decepcionante. En los dos partidos quedó retratado por el joven Diego López. El canterano también lo ha adelantado. Baraja decide contra el Celta: suplencia o nueva oportunidad. El Valencia lo necesita, pero el equipo se ‘muere’ y la prioridad a cinco jornadas del final es rendimiento inmediato. 

El estadounidense tiene cartel en el fútbol europeo y será uno de los nombres propios del mercado del Valencia este verano. Tiene una cláusula de 90 millones y muchas novias. Peter Lim como siempre tendrá la última palabra.