Sumar siempre es bueno fuera de casa. Más allá del rival, la importancia de tener claro el objetivo, no perder distancia y reforzar la idea de que a este Valencia CF es muy difícil ganarle parece suficiente para marcharse 'contento' con el botín. No tanto con la forma, pero sí por un empate positivo teniendo en cuenta que el Almería fue superior en muchos tramos. Más aún tras ver cómo Baraja necesitaba un milagro cada vez que tiraba mano del banquillo en un encuentro que terminó con el equipo pidiendo la hora y con la sensación de que la semana se puede hacer muy larga entre los problemas físicos y la falta de calidad colectiva. Y aún con todo eso, el Pipo rescató un punto y suma 10 puntos tras 6 jornadas. Toca pensar ya en la Real Sociedad.

El fútbol es un estado de ánimo y el Valencia, que hace no tanto siempre fallaba la primera, se encontró con un gol rápido y por delante en el marcador. Al contrario de lo que pasaba el curso pasado, el conjunto de Baraja aprovechaba la mínima para hacer tambalear a su rival y además sin excesivo esfuerzo. En una ocasión aislada, Diego López recibió en banda y tras combinar con Javi Guerra aprovechó la poca tensión competitiva de un Chumi que estaba a otra cosa. El delantero asturiano aprovechó el espacio, se la preparó para su pierna derecha y batió a Maximiano en un cara a cara que permitió gritar el primer gol del '16' esta temporada. Tardó más de lo esperado visto lo visto, pero demostró de nuevo que tiene ese algo especial. Ese punto de 'killer' que con paciencia y regularidad seguirá demostrando.

Con el 0-1, el Valencia entró en un momento de dudas. El equipo no sabía si ir a presionar alto, quedarse a medias o defender en bloque bajo. Y con tantos espacios por los problemas para gestionar ese dibujo, el Almería encontró su único camino para hacer daño a los de Baraja: los centros laterales. Vicente Moreno usó a Embarba por derecha para amenazar el área y a Sergio Akieme por izquierda. Los dos fueron los protagonistas de centros que acabaron en la cabeza de Arribas y Luis Suárez respectivamente y a los que respondió a la perfección Mamardashvili. Y con ese acoso andaluz se terminó una primera parte que ya indicaba que algo no funcionaba en el Valencia CF.

Javi Guerra, Arribas y los cambios

El Almería salió mejor en el segundo tiempo y el gol del empate se percibía desde que arrancaron esos segundos 45 minutos. Como si el final de la primera parte no fuera un aviso suficiente, el Valencia recibió el empate tras el tanto de Arribas, que aprovechaba un rechace de Mamardashvili tras disparo de Melero. A portería vacía, el canterano del Madrid hacía el primero de la noche en su cuenta personal para desgracia de los hombres de Baraja. Tras el gol, Vicente Moreno cambió piezas, sacó a Lopy del terreno de juego y se abrió algo más por las urgencias de la clasificación. Y eso casi nunca sale bien. Javi Guerra mostró su mejor versión. Una vez más. Esa con llegada desde la frontal al interior del área para aprovechar una nueva genialidad de Fran Pérez. Y no es casualidad. La dupla fabricaba el 1-2 y entonces era el momento de cambios de Baraja. Si a Vicente Moreno no le habían salido bien los suyos, al Pipo tampoco. Sin Guerra, ni Fran, el equipo cambió piezas, Diego pasó a la derecha y Amallah a la izquierda con Hugo en el medio. Pero no cambió el sufrimiento en cada centro. En uno de esos Akieme, de lo mejor del Almería, remató a placer para que su rechace llegara a los pies de Arribas. El 2-2 iluminaba el marcador y los técnicos tenían cada vez menos armas en el banquillo.

En el tramo final, los dos equipos tenían más miedo a perder que ambición por los tres puntos. Y eso se notó en cada acción ofensiva. Los centros tenían menos destinatarios en el área y cada vez había menos jugadores por delante del poseedor del balón. De hecho, el Valencia apenas disfrutó de un disparo lejano de Amallah que rechazó Maximiano y el Almería se limitó a intentar poner centros al punto de penalti pero ninguno encontró rematador. El punto, visto lo visto, no es malo para un Valencia de mínimos, sin banquillo y que sigue demostrando que va a ser muy difícil ganarle partidos esta temporada.