Peligro extremo para el equipo... una vez más

La demarcación de extremo ya fue una de las más débiles del Valencia CF la pasada temporada y los derroteros del mercado parecen llevarle por el mismo camino. Tomada la decisión de no fichar a Peter Federico, la plantilla que dirige Rubén Baraja se ha vuelto a quedar corta de efectivos en el juego exterior y, además, la disputa de los Juegos Olímpicos con presencia de Diego López en ellos también reduce las posibilidades tanto para trabajar en pretemporada como de cara al inicio del campeonato nacional de liga. En estos momentos el Pipo solo está pudiendo trabajar con Sergi Canós y Fran Pérez (lesionado) como extremos del primer equipo mientras espera que el club cumpla y le traiga refuerzos en el mercado de verano. 

Los precedentes no invitan al optimismo. La campaña pasada el Valencia jugó media vuelta con solo tres jugadores para los dos puestos -teniendo en cuenta además que Sergi Canós llegaba sin pretemporada y que Diego López no es un extremo puro-. La necesidad de un refuerzo más clamaba al cielo, el club tenía margen en el Fair Play Financiero y a pesar de todo ello se dejaron los deberes para invierno pidiéndole una cesión al Real Madrid Castilla. 

Constante desinversión

Ahora el equipo parte en una situación similar a la del mes de agosto pasado y parecía todo encaminado para paliarlo por la vía rápida con el fichaje de Luis Rioja procedente del Deportivo Alavés, pero nuevamente los tiempos y el ‘modus operandi’ de Meriton Hodldings en el mercado enfrían una operación que pueden incluso acabar tumbando, dentro de la constante tendencia de desinversión deportiva que ha experimentado el club desde el año 2020. 

Para el juego de Baraja, más si cabe ahora con la posibilidad de alinear una doble delantera de su agrado, la figura del extremo se torna capital y el equipo necesita no solo un aumento de sus efectivos para actuar en esta demarcación, sino también un salto de calidad porque si bien se espera recuperar la mejor versión de todos ellos, la realidad es que su desempeño en la segunda vuelta complicó mucho el objetivo europeo especialmente por la escasa contribución numérica (goles y asistencias). 

Castillejo sigue de vacaciones