La confesión de Pedja Mijatovic sobre su salida del Valencia CF

El exjugador del Valencia CF Predrag Mijatovic se ha sincerado sobre su polémica salida del club en 1996 en una entrevista concedida a Josep Pedrerol en 'El cafelito'. Pedja recuerda con nostalgia su paso por Mestalla entre 1993 y 1996 y confiesa que, con la madurez adquirida con los años, el Mijatovic de hoy se enfadaría con el joven de 27 años que abandonó el Valencia, rumbo al Real Madrid, "tanto o más" de lo que lo hizo en entonces la afición valencianista.

En la temporada 1995/96, con el '8' a la espalda, el mediapunta montenegrino del Valencia era el mejor jugador de la Liga. Desequilibrante y goleador conducía a los blanquinegros, entrenados por Luis Aragonés, en la lucha por el título de Liga. Mijatovic era objeto de deseo de los grandes de Europa y el Real Madrid se adelantó en la carrera. Firmó con él un precontrato comprometiéndose al pago de la cláusula, 1486 millones de las antiguas pesetas, si el Valencia no daba su brazo a torcer. El jugador, semanas después de haberse arreglado con los blancos, llegó a decir en un acto de la Agrupació de Penyes Valencianistes (APV) que no se iría del Valencia. El clima de euforia lo abrumó. Previamente, el estadio lo había agasajado el 9 de marzo como el ídolo que era al ser cambiado en la recta final de la contundente victoria contra el Barcelona (4-1), en la que dos goles llevaron su firma inconfundible.

Paco Roig, presidente valencianista por entonces, jamás aceptó negociar nada con el Real Madrid, que no tuvo más remedio que abonar la cláusula para que Mijatovic pasase a ser madridista a partir del 1 de julio de 1996. Ahora, con 56 años, cuestionado por si con el paso del tiempo le dolió la forma en que se fue del Valencia, Pedja responde: "Sí. Era más joven, sin entender cómo se puede amar un club tanto, lo que significa para un aficionado. Ahora yo me enfadaría conmigo mismo, quizá, más que los aficionados del Valencia se enfadaron. Con el tiempo los he entendido perfectamente". "Imagínate si Kylian Mbappé, que ha venido esta temporada al Madrid, tiene una cláusula de 500 millones y el Manchester City decide pagarla y él dice adiós. Pues ese tío muere para mí... ahora lo entiendo", agrega el campeón de la Liga de Campeones y la Copa Intercontinental en 1998 con la entidad blanca, de la que fue director deportivo entre 2006 y 2009.

Como relata Mijatovic en la entrevista con Pedrerol, aterrizó a València en 1993 gracias al ojo de Pasieguito, que fue a ficharlo a Belgrado. "Yo sabía poco del Valencia. Me enteré de que mi ídolo de pequeño, Mario Kempes, había jugado con el club. Entonces empecé a interesarme, los jugadores tenemos este rollo de compararnos siempre con alguien bueno, un referente", explica. Curiosamente, en la campaña de su adiós, Pedja igualó las 28 dianas en la Liga con las que el 'Matador' se había alzado con el trofeo de máximo goleador en 1978. Aquel año en el que el montenegrino quedó prendado viendo por la televisión al argentino proclamarse campeón mundial. 

"¿Usted de qué juega?"

Hace casi 30 años que Mijatovic cambió el Valencia por el Madrid. Antes, en 1993, al pisar por primera vez tierras valencianas, en el aeropuerto no había la expectación que el capitán y estrella del Partizan esperaban. "Por cuestiones políticas, los yugoslavos no podíamos jugar partidos internacionales y no me conocía nadie. La primera pregunta en la rueda de prensa de presentación fue: ‘¡¿En qué posición juega usted?!’ Por primera vez en mi vida tuve que venderme a mí mismo como futbolista. Dije: ‘soy rápido, bueno técnicamente, soy segundo punta… Aparte de las bromas, el hecho de que no se me conociera me llevó a tomar la mejor decisión futbolística que he tomado. Me quedé entrenando solo 20 días. Con unos diez, balones, con Paco Real, bajo 40 grados en pleno verano. Empezó la pretemporada con Guus Hiddink y ahí estaba yo, el primero de la fila corriendo más que ningún otro".

El balcánico admite que en València, donde fue "muy feliz", se hizo "futbolista de alto nivel". "Fui muy feliz. Me acogieron, me entendieron, me trataron muy bien. Ahí me hice futbolista de alto nivel, mejor hombre, conocí mucha gente, hice amigos. Luego, es verdad que mi salida fue turbulenta y se enfadaron muchísimo...", asegura, antes de desvelar que uno de los mejores recuerdos que aún lleva consigo de su etapa en Mestalla fue Luis Aragonés. "Si me preguntan por el entrenador que más me ha aportado en mi carrera, diría sin duda: Luis. Como entrenador, como hombre, como motivador, como personaje, carácter, todo un tío, un fenómeno", esgrime el montenegrino, que desveló una anécdota con Luis, con el que disfrutó de una "relación fantástica". "Desde el primer contacto visual con él supe que aprendería mucho a su lado. Yo estaba en el hotel del equipo, el camarero me dijo que había entrado el entrenador, pero yo pensé: 'soy la estrella, tiene que venir él'. Se acercó a mí con sus gafas, un poco torcidas, pero muy seguro de sí mismo. Imponía como veía fijándose en ti directamente. A un milímetro de mi cara, me dice: 'A mí me han dicho que usted es el mejor del equipo, ¿eso es verdad?'. Sí. 'A usted le voy a exigir más que a nadie'. Muy bien. Yo le puedo dar muchísimas cosas, le dije. 'Muy bien', me respondió y se fue".

Pedja añade que Aragonés le "apoyó muchísimo" cuando firmó el precontrato con el Madrid. "Sufrí muchísimo en esos 3-4 meses con toda la gente en contra. Me dijo que no me preocupara, que me protegería, y que había tomado la mejor decisión de mi vida deportivamente hablando. Aunque él era del Atlético, me comentó que por mis cualidades y mi fútbol el mundo sería mío yendo al Madrid... y acertó. Tener el apoyo del entrenador cuando en cada partido había 40000 personas en contra durante esos meses -iba con guardaespaldas, eso en 1996 no era normal como ahora- valió mucho", argumenta el montenegrino que fichó el Valencia del Partizan de Belgrado, por 350 millones de pesetas, bajo la presidencia de Arturo Tuzón.