Fallece Vicente Andreu Fajardo, expresidente e histórico directivo del Valencia CF

El Valencia CF ha perdido a uno de sus directivos históricos. Más allá del hecho anecdótico de que también fuera presidente de la entidad -una interinidad de 55 días por el traspaso de poderes de Manuel Llorente a Amadeo Salvo en el año 2013-, se le recuerda por haber ocupado y por haber optado a puestos directivos desde el descenso del equipo a Segunda División. 

Andreu formó parte de la directiva que, de la mano de Arturo Tuzón, inició el camino para la reconstrucción. Desde un equipo en la división de plata y con una casi letal insolvencia económica, el empresario de la Vall d'Uixó reunió un equipo destinado a sanear la entidad y buscar, casi como una espada de Damocles, el regreso a la máxima categoría. Esto se consiguió inmediatamente, lo que fue todo un alivio, y durante los siguientes años se logró una estabilidad económica que llevó al equipo al subcampeonato en apenas tres años. Acompañado de una recuperación económica que, unida a la sensación de bonanza, una vez pasado el recuerdo del descenso, se convirtió en ansiedad en busca de títulos. 

Amor y desamor con Arturo Tuzón

Tras varios años trabajando juntos, Arturo Tuzón y Vicente Andreu empezaron a discrepar, siendo uno de los relevados en la remodelación que llevó a cabo antes de la conversión del club en sociead anónima -algo que ni uno ni otro querían para el club-. En, relativamente, poco tiempo, la discrepancia se convirtió en oposición y empezó a aparecer en grupos contrarios a la gestión de Tuzón. Convirtiendo algunas de las asambleas o juntas de accionistas en escenario de rifirrafes. 

Amor y desamor con Paco Roig

Tras la dimisión de Tuzón -desbordado por la presión y por el 7-0 de Karlsruhe- cristalizó en marzo de 1993 con la victoria en las elecciones de Francisco Roig, quien lo fichó como segundo de a bordo. 

Quienes conocían el carácter de uno y de otro sabían, intuían, que esa sociedad era contra natura y, efectivamente, Andreu acabó dimitiendo por manifiesta incompatibilidad de caracteres con Roig. Se fueron él y Jaume Ortí, los primeros en un goteo que fue creciendo con el paso de los años. Se uniría de esta forma nuevamente a plataformas de oposición, incluyendo Salvem el València, una unión de ex directivos grandes accionistas, aunque, finalmente, la puntilla para Roig no serían los votos, sino los resultados en el terreno de juego. 

Con el cambio en la presidencia, de Pedro Cortés primero y Jaime Ortí después, recuperó visibilidad y presencia en los consejos de administración. Fue él quien tuvo uno de los grandes enganchones con el que fuera compañero de viaje, Paco Roig, cuando en 2002 le preguntó por fichajes de jugadores de clubes desconocidos (el célebre "caso Ypiranga") que acabó con una querella de Roig que finalmente fue retirada cuando vendió sus acciones. 

Posteriormente fue asesor del consejo con Manuel Llorente y se reincorporó al mismo ocupando la plaza de Antonio Sesé. En 2013, cuando la Fundación, por entonces accionista mayoritaria, modificó sus patronos, se intuía un "cambio de rumbo", en palabras de Llorente, que llevaron a la dimisión de éste. La presidencia de Andreu, aunque fuera efímera, fue un premio a los años de dedicación e inquietud por el Valencia CF. Pero en la que le dio tiempo a presentar una iniciativa, "Por un Valencia de los valencianistas", en busca de una redistribución de las acciones (mil valencianistas a 50.000 euros), que como era de esperar, no prosperó. En la siguiente junta de accionistas accedió a la presidencia Amadeo Salvo. Un cambio del que aventuró que sería "una condena para el club". Poco tiempo después, llegó la adquisición del paquete mayoritario de acciones por parte de Peter Lim. 

Y auditor del Levante UD

Auditor de cuentas, entre una y otra etapa volvió a la primera línea del fútbol valenciano por ser el designado para dirigir el concurso de acreedores del Levante UD. 

Vicente Andreu había ido desapareciendo de la primera línea. Su figura, que había generado filias y fobias -además, de ida y vuelta- quedó posada como una persona sensata, prudente en la gestión. Tal como sucedió con Arturo Tuzón.