Luboslav Penev no se conforma con haber superado un cáncer testicular, haber jugado hasta los 35 años y haber sido director deportivo de la selección búlgara y presidente del CSKA de Sofía. El que fue punta valencianista de 1989 a 1995, ahora técnico del equipo en el que se formó, se plantea un nuevo reto a sus 42 años y 10 meses. Éste, ni más ni menos, es descolgar las botas y y ejercer como entrenador-jugador. «Aún trabajo todos los días sobre el terreno de juego y, por eso, igual tengo ficha el próximo curso», avisaba el pasado sábado, tras la disputa de la última jornada de la liga de su país.

Ésta no sería la primera vez que el ariete regresase al fútbol en activo tras permanecer en el retiro. Así pasó, tras unos meses de paro forzoso, en 2001. Lubo saltó entonces del césped a los despachos para ejercer como máximo dirigente del laureado cuadro búlgaro. Pero ni la llegada a ese cargo, uno de sus «sueños» reconocidos, impidió que aceptase la oferta que le trasladó el modesto Lokomotiv Plovdiv. En las filas del mismo firmaría su postrera y brevísima experiencia —disputó cuatro partidos y no marcó ningún gol— antes del que se antojaba, ahora ya no está tan claro, el adiós definitivo a su dilatada carrera como jugador.

Penev, que en España defendería posteriormente los intereses de Atlético, Compostela y Celta, se enfundó en 208 oportunidades la camiseta del Valencia durante los seis años que estuvo en nómina. Su bagaje goleador fue de 88 tantos, 67 de los mismos en la competición doméstica, lo que le sitúa entre los 15 máximos realizadores de las nueve décadas de historia de la entidad de Mestalla.

El currículo del búlgaro en los banquillos es mucho más corto que de corto. Su estreno se produjo en marzo, cuando sustituyó en el cargo a su tío Dimitar Penev. Su CSKA de Sofía ha afrontado 14 compromisos en ese periodo, de los que ha ganado 11 —el último, por 2-1, el sábado ante el Lokomotiv Mezdra—y ha sólo tres. Unos números que no han sido suficientes para arrebatarle el título al Levski, que ha acabado con un punto más que su eterno rival.

Al más puro estilo Romario

Si Lubo lleva adelante su idea y vuelve a ponerse las botas, emulará, en varios aspectos, al también ex valencianista Romario. El brasileño jugó con 42 años y ejerció como entrenador-jugador del Vasco da Gama en el tramo final de su trayectoria profesional.

Podría volver de corto a Mestalla

La afición blanquinegra, lo que son las cosas, podría ver a Lubo vestido de corto en la Euroliga. Si el ex delantero regresa al fútbol en activo y su equipo supera a tercera ronda del torneo continental, CSKA de Sofía y Valencia formarán parte del bombo de la llamada fase de play-off. En ésta, en la liguilla o las eliminatorias posteriores, siempre que ambos equipos continúen en liza, sería posible un enfrentamiento morboso y cuyo último precedente se produjo en el Trofeo Naranja del 90, curiosamente, como compenssación por el fichaje del ?9? por los de Mestalla.