Pregunta—¿Es consciente de que el Real Madrid le quiere de verdad?

Respuesta—¿Y qué me quieres decir con eso? ¿Me tengo que ir? ¿Tú quieres saber la verdad?

P—Explíquese…

R—Si finalmente he de irme del Valencia lo haré a disgusto, no tengas ninguna duda. Soy valenciano y valencianista desde pequeño, toda la vida soñaba con jugar en el primer equipo y con lo mal que lo hemos pasado todos los últimos meses, ¿tú crees que ahora me quiero ir? Si me voy será porque no hay más remedio y me lo pide el club…

Esta conversación se produjo el sábado 5 de junio en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, unos días antes de partir hacia Sudáfrica para disputar la Copa Confederaciones. Raúl era consciente de todos los movimientos que se estaban realizando y hablaba totalmente en serio, a sus oídos le había llegado que tenía muchas opciones de ser el primer futbolista del Valencia en caer en las redes de Florentino, aunque con el paso de los días, ya sabe que será el único. Su rostro serio cambió cuando cruzó Marchena la puerta de los vestuarios y se incorporó a la conversación. «¿Sabes lo que me ha preguntado?», le dice Albiol a Carlos, «que si me quiero ir al Madrid». Eran los dos primeros capitanes del Valencia, y Raúl bromeó: «¿Yo? Yo no me voy del Valencia, yo me hundiré con el Titanic…», abrazándose al andaluz.

La selección ha unido muchísimo a los dos centrales y eso que Marchena no es de jugar a la Play Station, el resto del tiempo siempre lo pasan juntos. «Al Xori —como así le conocen en el vestuario del VCF— no le valoran como toca», apuntaba Marchena, días antes de que se cerrase el traspaso al Real Madrid por quince millones de euros. Una de las críticas que a Raúl nunca le han parecido justas hace referencia a que su rendimiento sólo es óptimo cuando juega al lado de un veterano, él coge las estadísticas y comprueba que suele ser el central con más partidos. Es cierto que por su forma de ser no se ajusta a lo que se considera un líder atrás, él lo admite, pero considera que no es un motivo suficiente para cargar con todas las críticas a sus espaldas.

En las últimas horas ha sido el centro de atención de la ´Roja´ cuando por norma general siempre ha pasado inadvertido. Su vida va a

cambiar y la noticia ha sido recibida por su familia con cierta incertidumbre, que no podrá disfrutar a diario ni de «su» Raúl ni de su nieta Azahara, pero a la vez son conscientes que «esto es fútbol y un año estás aquí y mañana puedes jugar en otro lado». A pesar del cambio de aires, Albiol tiene claro que es y será valencianista de corazón, pero el club ha optado por priorizar el ingreso de 15 millones de euros a renovarle su contrato, que vencía dentro de dos años.