Muy por encima de las expectativas. Mañana acaba la primera fase de la ampliación de capital del Valencia CF y, a tenor de los valores acumulados hasta el momento, se prevé que en ella se cubran 17 millones de euros de los 92 que suponen la totalidad de la misma. De hecho, aunque no se reconozca públicamente, ni en el propio Consejo de Administración se esperaba una reacción tan positiva de la masa social valencianista en una coyuntura económica global tan desfavorable como la actual.

En términos estrictamente numéricos hay un dato que habla por sí sólo: un total de 23.000 accionistas del VCF llevan invertidos por sí solos el doble del capital social que hasta ahora tenía el club. Cuando se llevó a cabo en 1992 la conversión en SAD se invirtieron 4,3 millones de euros en la sociedad y en la ampliación de 1996 auspiciada por Paco Roig fueron 4,8 millones los que se suscribieron en total. Sumando ambos procesos el capital social del VCF era de poco más de nueve millones de euros, la mitad de lo que se ha invertido en esta primera ronda que mañana finaliza.

Los datos hablan por sí solos. Pese a la irrupción de ´Inversiones Dalport SA´ en pleno proceso de ampliación y la inseguridad y desconfianza lógicas que ello generó, el ritmo de venta de acciones ha ido aumentando de forma progresiva hasta el punto de que si en los primeros días se ingresaban alrededor de 50.000 euros diarios, ayer la cantidad que se recaudó por la venta de nuevos títulos fue de 1,8 millones de euros.

En cantidades brutas, los 17 millones invertidos en esta primera fase suponen la cantidad invertida en 1992 en primera ronda multiplicada por seis y la invertida en la primera fase de la ampliación de 1996 multiplicada por dieciocho. La diferencia es tanta que, pese a que aún haya alguien que pueda pensar que la reacción del valencianismo no es digna de elogio, una simple comparación sirve para desmontar cualquier argumento de ese tipo. Tomando como referencia el Salario Mínimo Interprofesional en España se puede observar que desde 1992 (cuando era de 338 euros mensuales) a 2009 (que es de 624) ha aumentado casi en un cien por cien... mientras que la inversión del valencianista de a pie en su club ha aumentado respecto a entonces en algo más de un 600%.

En esta primera ronda ha acudido todo aquel accionista que ha querido con la única condición de tener que adquirir un paquete mínimo de diez títulos (480 euros), pero no sólo los ya accionistas han acudido. También aquellos abonados o simplemente aficionados que han querido ser nuevos accionistas han podido (aún hoy pueden hacerlo) acceder a su paquete de títulos consiguiendo que algún otro accionista les transmitiese la opción de adquisición preferente por al menos uno de sus títulos, tarea en la que la Agrupació de Penyes, entre otras instituciones, ha actuado como mediadora poniendo a disposición de quienes las solicitaban esas opciones cedidas por el club e incluso por el propio Llorente.

Distintos modelos

En la ampliación de 1996, tras el pacto alcanzado entre Paco Roig y Martín Queralt en la Fonteta, los accionistas mayoritarios (a los que entonces se consideró como aquellos que tenían más de nueve acciones) renunciaron por aclamación a su derecho de suscripción preferente y se establecieron tres rondas en las que primero los accionistas con menos de nueve acciones podían comprar hasta nuevo; en segundo lugar los abonados podían comprar también hasta nueve títulos; y por último los no accionistas ni abonados en la tercera fase podían adquirir su paquete de nueve títulos máximo. Se cubrieron ´sólo´ 800 millones de pesetas de los 1.500 previstos inicialmente y aquella ampliación aún hoy sigue impugnada en los tribunales.

Anteriormente, en 1992, en la conversión del club en SAD, también hubo tres fases. Una primera en la que cada socio pudo adquirir tres acciones; una segunda en la que los socios que habían acudido a la primera fase y habían solicitado acudir a la segunda, podían hacerlo adquiriendo un nuevo paquete de seis títulos; y una tercera en la que la directiva vendió paquetes de 1.500 títulos a grandes inversores interesados y que se tuvo que completar con la compra de 2.000 acciones que quedaron a última hora y que entre Tuzón, Hoyos y Alegre adquirieron con una poliza para revenderlas posteriormente.

La primera fase de la actual ampliación acaba mañana y posteriormente se iniciará una segunda y última en la que el Consejo tendrá potestad para dar luz verde a los inversores que tendrán que adquirir paquetes mínimos de 50.000 euros para poder concurrir.