Pregunta—Es posible que la realidad haya superado al sueño de su debut en partido oficial en Mestalla.

Respuesta—Sí. Estoy muy contento porque el equipo ganó y al final, por encima de individualidades, siempre prevalece el equipo. Aunque no puedo esconder mi felicidad por debutar en casa marcando tres goles. Ha sido una noche redonda. Ahora intentaré que no se queda aquí, seguiré trabajando y progresando cada día para regalar más noches como esta.

P—¿Se ha quitado un peso de encima? Se lo digo porque durante toda la pretemporada no había podido estrenarse como valencianista.

R—No me preocupaba. Estaba bastante contento con mi fútbol y el cuerpo técnico, también. Es cierto que en esta profesión al delantero se le exige el gol, pero existen otros aspectos del juego que también importan. Yo sé que esto es cuestión de rachas; ayer hice tres, pero llegarán días en los que no pueda hacer ninguno. Un día no seré tan bueno ni el otro tan malo.

P—Menudo gustazo llevarse el balón firmado por todos. ¿Recuerda su anterior hat-trick?

R—Sí, este balón me lo voy a guardar seguro como recuerdo. El otro hat-trick fue en 2006, en Segunda B con el Salamanca. El partido fue en casa contra el Zalla. El primero vino de rebote, tras un chut de Jorge Alonso (ahora juega en el Hércules). En el segundo aproveché un pase en profundidad de Arpón para definir con la zurda y el último, una asistencia de Ze Tó para marcar a bocajarro.

P—Anda perfecto de memoria, seguro que también se acuerda de qué hizo con el balón.

R—Está en mi casa de Venezuela, lo tiene mi mamá. Tarde o temprano le llevaré la pelota a Caracas. Allí tengo una especie de museos, con camisetas de todos los equipos en los que he jugado, fotos de cada temporada, de segunda A y B, Preferente, premios, de todo… Muchas veces me siento con mis primos a verlo y voy recordando que cada año progreso, subiendo de categoría y demostrando que soy un buen deportista. Esa es mi meta.

P—De los tres goles frente al Stabaek, ¿con cuál se queda?

R—Los tres goles son diferentes. Uno es una asistencia larga de Niko (Zigic) que golpeo con fuerza; el otro, un regate al portero y el último, un remate de primeras. El mejor el primero, sobre todo por eso, porque ha sido con el que me estrenado y ojalá que sea el primero de muchos más con la camiseta del Valencia.

P—Y el entrenador, ¿qué le ha dicho?

R—Me dio la enhorabuena como a todos los jugadores, al fin y al cabo somos un equipo y ha quedado demostrado que cualquiera de los 25 ó 26 futbolistas de la plantilla que participan tiene compromiso y la misma entrega. Cualquiera puede jugar, lo que importa es que el Valencia, el club, esté muy arriba.

P—Y los compañeros…

R—Bueno han sabido reconocer que ha sido un día especial para mí. Todos me han felicitado, pero soy consciente de que hay que seguir trabajando con la misma ambición. Un día las cosas pueden salir mejor o peor, pero esto no puede ni debe ser flor de un día.

P—Emotiva la dedicatoria. Se santigua, mira y señala al cielo y se besa el tatuaje de su antebrazo derecho.

R—Es para recordar siempre a los que nos han dejado, que tristemente ya no están, a las personas que están lejos y veo poco durante el año pero que los llevo en el corazón, para todos los que me han apoyado estando a mi lado… A mi gente de Venezuela, sé que allí se están levantando a las tres de la madrugada para verme y eso es muy de agradecer.

P—Las ganas por gustar a Mestalla pudieron hasta con el fuerte dolor que padece en el dedo del pie.

R—Aún me duele el dedo, es un golpe bastante serio, pero con las ganas que tenía de jugar y con la ilusión, aunque fuera cojo, tenía que jugar. Ahora me queda recuperarme lo mejor posible.

P—¿Qué tal la pareja de ataque Miku-Zigic?

R—Sinceramente, me he sentido muy a gusto al lado de Nikola porque él tiene sus características y todos los compañeros las aprovechamos. Aparte de nosotros dos, los que no jugábamos mucho dejamos claro que podemos hacerlo y ahí estamos para competir sanamente por un puesto, en pro y en beneficio del club.

P—Todo, a pesar del mal estado de la hierba. Nadie mejor que los futbolistas para verlo de cerca, ¿cómo está realmente?

R—Pintado… La verdad es difícil, yo no soy operario del césped, pero imagino que por el calor es muy difícil. Ojalá que, cuánto antes, lo solucionen porque nos puede ayudar, estoy seguro de que lo solventarán de la mejor manera posible.

P—Ya conocen a sus rivales en la fase de grupos de la Euroliga, ¿cuál es el listón que se marca el vestuario en la competición europea?

R—Hasta levantar la Copa, somos ambiciosos. No vamos a decaer ni ante cualquier rival ni frente a ninguna situación, sabemos que tenemos potencia para pelear los tres títulos y mientras que haya posibilidades de ello el equipo se va a dejar el alma por cada victoria.

P—Pero antes espera la Liga BBVA, con la visita del Sevilla para abrir boca este domingo.

R—Desde ayer, nada más pitar el final el árbitro, pensamos en el Sevilla. Es un rival muy fuerte y directo para buscar la Champions. Hay que ir a por ella desde el primer día y el domingo vamos a pelearlo a muerte con el Sevilla.

P—Se le iluminan los ojos cuando pronuncia la palabra mágica, Champions.

R—Ese es mi sueño, yo me sentiré realizado como deportista el día que juegue los miércoles la Champions League. Es el mejor torneo, junto a un Mundial, para un futbolista.

P—Por último, ¿cómo ha vivido el verano? Ofertas no le han faltado.

R—El verano ha sido complicado porque ha habido ofertas importantes de otros equipos y ofreciéndome casi la titularidad, pero me debo a este club, quiero triunfar aquí. Por delante, o mejor dicho para competir, tengo jugadores de talla mundial de los que aprendo cada día y me sirve para crecer en el juego y como persona. Hay que estar en partidos como el de Stabaek, cuando se me necesite, y continuar curtiéndome cada vez más.