El Valencia está de enhorabuena. Por el momento, su caminar transcurre sobre ruedas. La victoria frente al Sevilla, uno de los rivales más peligrosos en busca de las plazas Champions, sirvió para abrir boca colocado entre los cuatro primeros. Tres puntos cosechados con tres futbolistas en el once que los grandes clubes del continente sueñan con tener en sus filas: David Villa, David Silva y Juan Mata. Más allá de continuar defendiendo la camiseta blanquinegra, pese a lo complicado que parecía por momentos, el trío de estrellas ha arrancado el curso con las pilas cargadas y evidenciando en el campo que el compromiso es el mismo que en el pasado.

Si Mata, que incluso ha declarado que desea superar las cifras que atesora en sus dos años de estreno en Primera, abrió la senda del triunfo en el estreno liguero; Villa ayudó a encarrilar el pase europeo contra el Stabaek en la Liga Europa. Pero Silva tampoco se ha quedado atrás. En los dos primeros duelos oficiales con su equipo, contra noruegos y sevillistas, dejó patente su calidad para asociarse a la perfección con un renacido Éver Banega y con los hombres de ataque. Sensaciones que ya demostró también con la Selección en el amistoso jugado en Skopje (Macedonia) el 12 de agosto y que confirmó este sábado con un recital —dos goles y una asistencia, precisamente al Guaje— en la ´manita´ de La Roja a Bélgica.

El rendimiento de los atacantes asturianos, Villa y Mata, se esperaba, sobre todo, tras la excelente dinámica con la que concluyeron la campaña anterior. Sin embargo, para Silva arrancar como lo ha hecho era más difícil, teniendo en cuenta los quebraderos de cabeza que le dio su tobillo izquierdo, molestias que le obligaron a reducir la cuota de protagonismo y minutos a la que tenía acostumbrada a la afición valencianista.

El curso pasado Silva sólo pudo alcanzar los 1.475 minutos en la Liga BBVA, una cantidad demasiado lejana de los 2.723 con los que finalizó la campaña 2006/2007 ó los 2.800 de la 07/08. Ahora Emery se ha propuesto rescatar la mejor versión del canario, aquella que pudieron disfrutar otros técnicos como Quique Flores e, incluso, Ronald Koeman o Voro. Por ello, en este arranque el técnico ché está más pendiente, si cabe, del canario, quien quiere que sea la piedra filosofal de su fútbol. Esa conexión entre el centro del campo y la delantera que tan en falta echó el Valencia en el primer año del preparador de Hondarribia en el banquillo de Mestalla.

En la temporada 2008/2009 el mediapunta de Arguineguín únicamente gozó de continuidad en los meses de febrero, marzo y abril, debido al dolor persistente en la articulación del pie izquierdo que en la recta final derivó en molestias de índole muscular. Las sensaciones han cambiado para bien. Aunque, como el mismo confesó en SUPER, todavía no está «totalmente recuperado», si se siente mucho mejor del tobillo y su fútbol vuelve a relucir. La magia resurge con un Silva en óptimas condiciones físicas. No hay más que ver los dos latigazos con la zurda que le endosó al meta belga Gillet o la elegancia para encontrar con un toque rápido al compañero y hacer olvidar al lesionado Iniesta.

Desde el 9 de mayo el canario no veía portería. Entonces anotó en la victoria ante el Real Madrid (3-0), pero los problemas físicos volvieron a aparecer y en la Copa de las Confederaciones —donde participó ante Nueva Zelanda, Irak y Sudáfrica— se le vio mermado. Ahora Silva confía en recuperar su fútbol más lúcido tanto para beneficio del Valencia como del combinado nacional. «Estoy mucho mejor, después de un año difícil, con muchas molestias. Acudí a Sudáfrica pensando que allí mejoraría, pero no fue así. Ahora he recuperado la ilusión y las ganas», indica.

Villa y los penaltis

El otro protagonista en el 5-0 contra los belgas fue Villa. El Guaje rompió una racha de tres duelos sin marcar con España. Eso sí, el de Tuilla —que lleva tres goles entres duelos oficiales entre el Valencia y La Roja— falló antes un penalti. «Los penaltis se marcan, se fallan, pero no ha habido suerte y la próxima vez lo lanzaré con más confianza», apuntó. Villa se desquitó con dos dianas y dos asistencias más, a Silva y Piqué. El ´7´ actuó gran parte del duelo en el flanco zurdo dentro de un sistema 4-3-3.