La primera gran oportunidad de Mathieu en el Valencia puede llegar en su país, Francia. ¿Destino?

—Espero que sí. Todavía no sé la composición del equipo, pero sí que tengo mucha ilusión depositada en este primer partido de la Euroliga. Habrá que esperar a la decisión del entrenador.

—Llegó con la vitola de lateral izquierdo titular, pero no ha acabado de asentarse en su puesto. ¿Pensaba que le iba a costar tanto entrar en el equipo?

—No especialmente. Venía con ganas y sabía que venía a un gran club donde había mucha competencia y donde no es fácil jugar. Haré todo lo que pueda. Pero, al final siempre es el entrenador el que decide.

—¿Están siendo claves sus dificultades con el castellano para adaptarse al equipo?

—Yo creo que no. No creo que mi adaptación esté teniendo tantos problemas. En el campo de fútbol las cosas van bien y, eso sí, sé que el idioma es posible que esté bloqueando un poco... que me costó más al principio, pero creo que la adaptación con el tiempo está siendo buena.

—¿Mathieu ya comprende todo lo que le dice y le pide el entrenador?

—Voy mejorando poco a poco. Comprendo todo lo que me dicen o la mayoría de las cosas, pero todavía no lo hablo.

—¿Puede ser que haya notado también el cambio del fútbol francés al español?

—También cambia el fútbol de España y el de Francia y son cosas que tengo que ir aprendiendo. La mayor diferencia quizás las haya encontrado en que aquí se juega más rápido que allí.

—¿También ha notado diferencia a la hora de defender?

—Menos, creo que las funciones que te pide el entrenador son muy parecidas en ese aspecto. Es prácticamente lo mismo.

—¿Cómo es la relación con el resto del vestuario?

—De momento... es difícil. Date cuenta que no puedo hablar mucho con ellos. Donde más hablo ahora es... en el terreno de juego.

—¿Y su relación con Emery?

—Bien, bien. No hay ningún problema. Él me habla en español siempre y yo entiendo lo que me dice.

—¿Le ha explicado el motivo de su suplencia en este arranque de Liga?

—No y yo tampoco le he pedido explicaciones. Son decisiones que yo respeto y sé, por encima de todo, que yo tengo que hacer lo posible por ganarme mi puesto.

—¿Y puede ganarse el puesto? ¿Podemos ver a Mathieu en el futuro asentado en el lateral izquierdo titular del Valencia?

—Sí, estoy convencido. Contra el Sevilla creo que demostré que tuve nivel para jugar y estoy muy ilusionado con este partido contra el Lille de la Euroliga.

—¿Cómo lleva eso de ver que juega un lateral derecho en la izquierda? ¿Lo ve normal?

—No sé si es normal, pero es una pregunta que se la tiene que hacer al entrenador. Es su decisión y la tenemos que respetar todos como equipo que somos.

—¿Y qué es lo que más le ha sorprendido de este equipo?

—Lo que más me ha llamado la atención es el juego colectivo. Mucha circulación de balón, combinaciones y ves que delante se encuentran muy fácilmente. Es un juego muy fluido, mucho.

—¿Qué le parecen sus socios de la banda izquierda?

—Está jugando Mata... con un jugador como él sólo te puedes llevar bien. Así es más fácil entenderse dentro del campo.

—¿Y el Guaje y Silva? ¿Los conocía? ¿Pensaba que eran tan buenos cuando llegó a Valencia?

—Sí, los conocía por el nombre. Había visto cosas de ellos, había leído y sabía que eran buenos. Ahora te das cuenta que son unos grandes jugadores.

—¿No le da la sensación de que manteniendo la portería a cero va a ser fácil ganar partidos porque ellos van a asegurar goles?

—Por supuesto. Nosotros sabemos que tenemos que ser fuertes defensivamente porque arriba en estos primeros partidos podemos hacer lo que queramos. Ya has visto. Por eso los defensas tenemos que trabajar bien.

—Alexis, Dealbert, Navarro... ¿Se entiende con los centrales o todavía le cuesta coordinarse un poco?

—Todo bien. En el campo la lengua tampoco es tan importante, es el fútbol y yo lo conozco desde hace mucho tiempo.

—¿Cuál es su mejor aliado dentro del vestuario?

—No creo que tenga una persona de afinidad especial dentro del vestuario. No hay nadie especial, me llevo bien con todo el equipo aunque la relación no pueda ser fluida todavía. Pero sí noto que todo el mundo intenta ayudarme y eso es de agradecer.

—El segundo de Emery, Carcedo, es el único que habla francés...

—Sí, ha sido la persona que más estaba pendiente de mí porque sabía hablar francés. ¡Pero, ahora me está hablando cada vez más español para que yo comprenda!

—Ahora llega la su gran oportunidad y encima en su tierra...

—Espero que sea un punto de partida, sería una buena señal. Pero sí, tengo muchas ganas de demostrarse al entrenador las cosas que puedo hacer.

—¿También nota las ganas de la gente por verle?

—No lo sé, de momento, no tengo mucho contacto con ellos. Espero hacerlo bien por ellos.

—De quien sí sabe y mucho es del Lille. ¿Con qué equipo se va a encontrar el Valencia?

—Es un muy buen equipo. Tenemos que tener mucha atención con la parte de arriba. Ellos son muy fuertes en el juego ofensivo. No hay que pensar que es un equipo pequeño porque tienen calidad y si los menospreciamos estamos perdidos, nos pueden ganar.

—¿Qué es lo más peligroso del Lille por su experiencia?

—Sin duda, el juego de ataque. Son pequeños, pero muy rápidos, escurridizos y con mucha habilidad. Habrá que tener cuidado con ellos. Frau, Balmont, De Melo, Hazard... Tienen jugadores muy buenos.

—¿Y el punto débil donde el Valencia puede hacerles daño?

—Seguramente, la parcela defensiva. El mayor problema de ellos es la defensa y eso es lo que tenemos que aprovechar.

—¿Se le ha dado bien históricamente los partidos contra el Lille?

—Pues la verdad es que se me da bastante bien el Lille. (Ríe) El año pasado empatamos allí con el Toulouse pero merecimos ganar y en casa ganamos. Ojalá fuera igual.

—¿Y cómo se le da la Euroliga?

—Con el Toulouse estuve lesionado, pero con el Sochaux llegué a dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA. Jugamos contra el Olympiakos y luego el Inter de Milán nos eliminó. Así que tengo ganas de llegar más lejos. Además, la Euroliga es un objetivo del club y es una motivación. Ojalá vaya bien todo.

—Me dicen que se ha adaptado mejor a la ciudad... ¿Más fácil, no?

—Estoy encantado. Es una ciudad muy bonita a la que le he cogido mucho cariño en los días que estoy aquí tanto yo como mi familia.

—Una curiosidad, ¿cómo es un día de Mathieu en Valencia?

—Pues la verdad es que es muy tranquilo. Entreno, estudio castellano y paso bastante tiempo en casa tranquilamente con mi mujer y con mis hijos.

—Va a faltar dos días a su clases particulares de castellano...

—¡Si es verdad! No voy a poder aprender por el partido, pero espero hablar pronto. Sigo mis clases de castellano, pero ahora donde quiero hablar es en el campo... antes que en mis clases. Ojalá.