«Le he dicho que es muy buen jugador...» Son palabras Ángel Belmonte, el niño de 11 años vecino de Valencia que ayer fue el primero en subir al stand en el que Juan Mata atendió a los aficionados en el centro comercial MN4 tras más de una hora haciendo cola. Aunque el acto se había pospuesto en dos ocasiones, la comparecencia del valencianista sin duda valió la pena para el casi medio millar de aficionados que fueron pasando por la plaza central de la galería para ver al que es el hombre de moda del valencianismo en la actualidad y prueba de ello fue la cerrada y espontánea ovación que los presente le tributaron nada más aparecer por la escalera que comunica el aparcamiento subterráneo con el foro central de la galería comercial.

Mata aparecía en público en vísperas de medirse al Sporting de Gijón, un equipo asturiano como es él pero que precisamente no es su equipo puesto que su pasado es oviedista: «Ya jugué contra ellos el año pasado y siempre es bonito jugar contra un equipo de tu tierra, y más tratándose de un equipo en el que tengo amigos. Será especial. La temporada pasada además tuve la suerte de marcarles... y además algún amigo de Oviedo siempre me llama cuando jugamos contra el Sporting...».

Con el tanto conseguido en Francia, Mata ha conseguido ver puerta de forma consecutiva en los últimos cuatro partidos oficiales en los que ha participado (tres con el VCF y uno más con la selección) ante Sevilla, Estonia, Valladolid y Lille por ese mismo orden pero pese a ello, prefiere no obcecarse en la faceta anotadora: «Estoy en racha de cara a puerta pero tampoco tengo que obsesionarme con eso. Tengo que seguir trabajando»

Su comparecencia fue apenas unos minutos antes de que diese comienzo un acto en el que la gran mayoría de asistentes fueron niños aunque también un buen número de muchachas (algunas de ellas que abandonaron momentáneamente sus puestos laborales en las tiendas de alrededor) acudieron para poder fotografiarse junto a su ídolo. Apenas 24 horas, Mata, había marcado, además, el que para él es el gol más rápido de toda su carrera deportiva puesto que en Lille, saltó al campo y 73 segundos más tarde ya había adelantado a su equipo en el marcador: «Tuve suerte, la verdad, porque fue nada más entrar y fue una pena al final que consiguieran el empate porque un triunfo allí era muy importante. Es la primera vez que en la primera vez que tocó el balón marco gol...»

Entiende a Emery

Por último, en referencia a la novedosa alineación que Emery sacó en Lille (varió a diez futbolistas respecto al anterior once liguero), el futbolista no quiso polemizar e incluso dejó entrever que entiende la decisión de su técnico: «Es una decisión del míster que creo que quiere decir que confía en la plantilla y en los 26 jugadores que la conformamos. Hay muchas competiciones y es lógico que juegue todo el mundo...».

Durante una hora larga el futbolista estuvo atendiendo a los aficionados que se le acercaron. Firmó, mochilas, camisetas, gorras, estuches, pósters, postales, fotografías y hasta botas de fútbol, todo con tal de arrancar una sonrisa de unos aficionados que ya le tienen como un nuevo referente.