Que César vaya a formar parte del once inicial ante el Génova, de acuerdo con la política de rotaciones implantada por Unai Emery en competiciones europeas, no es noticia. Lo que sí debe serlo es que mañana puede ganarse su continuidad en el once con vistas al encuentro de Santander. El de Coria, que ya fue alabado públicamente por Unai Emery tras la actuación que cuajó Lille, puede desbancar de la titularidad en la Liga BBVA a Moyà si confirma las prestaciones ofrecidas hasta ahora.

El ´1´ es consciente de lo que se juega frente a los italianos. En su época en el Real Madrid, donde fue pitado en su estreno pese a tratarse de un amistoso, aprendió que tiene que aprovechar las posibilidades que se presentan y jugar cada partido como si fuera el último de su carrera. Por eso, a sus 38 años recién cumplidos, está aplicándose al máximo en los entrenamientos en la Ciudad Deportiva.

Indiscutible es que los últimos partidos han reabierto una vez más el debate en la portería blanquinegra. Desde que Santiago Cañizares y Andrés Palop coincidieron en la plantilla, a principios de esta década, se ha convertido casi en una tradición cuestionar quién debe ser titular bajo palos. ¿Moyà o César? ¿César o Moyà? Esa es la disyuntiva que está dando que hablar y que pensar incluso al cuerpo técnico valencianista a lo largo de los últimos días.

Unai Emery todavía no tiene clara cuál es su elección definitiva. El propio entrenador nunca ha descartado la posibilidad de hacer cambios sobre la marcha. Su apuesta inicial estaba condicionada a que el mallorquín, fichaje estrella y más caro de este verano, rindiera al máximo nivel y no generara duda alguna. Pero como no ha sido así, ya que Miguel Ángel ha cometido varios errores —los más evidentes fueron en el primer gol del Valladolid y en el segundo del Sporting—, el entrenador se ha vuelto hacia al banquillo para valorar seriamente la posibilidad de brindar la alternativa al extremeño. El buen rendimiento ofrecido por éste, sobre todo en la visita a Lille, le avalan.

El relevo en la portería, en caso de producirse, será más cuestión de sensaciones que de números. Moyà y César acumulan unos guarismos prácticamente idénticos en el comienzo de esta temporada, en el que ambos estaban casi a la par en minutos jugados hasta que empezó la Liga BBVA. Desde entonces, el de Coria ha visto limitadas sus actuaciones a los choques europeos, como el de Lille o el de manaña ante el Génova.

Cerca de la efeméride europea

Su titularidad ante franceses e italianos, unida a la de la ronda previa en casa del Stabaek, dejará al veterano cancerbero al borde de sus bodas de plata en competición continental. La de mañana, contando su periplo en Valladolid, Madrid y Zaragoza, será su aparición número 24 en partidos de Champions, Euroliga —la hasta ahora denominada UEFA— o Supercopa de Europa. La vigésimoquinta, en función de si se cambia los papeles con Moyà o no a partir del domingo, podría hacerse de rogar o producirse dentro de tres semanas ante el Slavia de Praga.