Conexión VCF-Qatar. Primero aterrizaron en la «Premier» y compraron el Manchester City. Después, lo intentaron con el Liverpool pero la operación se frustró y ahora han adquirido el Málaga CF. El dinero de los jeques árabes planea sobre la Liga española. Conocen a sus equipos, y algunos hasta se confiesan del Valencia CF.

Qatar, en la costa occidental del golfo arábigo-pérsico, es un país muy pequeño pero lleno de petróleo, gas y dólares. Y a sus jeques, generalmente altos cargos políticos u hombres de negocios inmensamente ricos, les ha dado por el fútbol europeo. La liga española la conocen al dedillo, y del Valencia hasta las alineaciones. Prueba de ello es que el hijo de uno de esos jeques, confeso valencianista, se quedó tan prendado de la maqueta del futuro Mestalla que obligó a su padre a contactar con el mismo estudio de arquitectura, RFA Fenwick Irribarren Architects, para encargarle la construcción de un camellódromo. Así lo desvelaba el propio Mark Fenwick, uno de los arquitectos responsables del innovador complejo deportivo, y que servirá para seguir las populares carreras de camellos en Doha. Una competición en la que los jockeys ya no son niños — como hace una década—, sino robots teledirigidos por control remoto desde unos operadores colgados de una gran viga a modo de monorrail.

Lo cierto es que Fenwick e Irribarren desembarcaron en Qatar con su revolucionario proyecto por la conexión con el Valencia CF, sobre el que en los momentos más complicados del mandato de Vicente Soriano se precipitó una avalancha de rumores por la posible venta de las parcelas de Mestalla, y del club, a grupos de poder árabes. Sólo el regreso de Manuel Llorente a la entidad cortó con esas especulaciones, pero las deudas han hecho estragos en la mayoría de equipos de la Liga BBVA y el Málaga ha sido el primero que ha pasado de manos españolas a árabes. El club malagueño es ahora propiedad de Abdullah bin Nasser al-Thani, millonario veraneante en la Costa del Sol que decidió comprar el 97 por ciento de las acciones a Fernando Sanz. Uno de sus exclusivos coches, valorado en un millón de euros y conocido como el bólido de Batman, pudieron admirarlo los jugadores del Valencia el pasado sábado cuando el autobús les dejó en el aparcamiento de La Rosaleda. Y una duda flotó en el ambiente. ¿Será el Valencia el siguiente en caer?