Hasta que Manuel Fernandes no regrese a la ciudad de Valencia la próxima semana tras afrontar dos partidos con su selección, esta noche ante Chipre y el próximo martes frente a Noruega, no se puede comprobar qué actitud va a tener. Su intención por cambiar de aires se fue al traste y eso que el pasado martes se reunió con Jorge Mendes en el hotel de concentración de la selección lusa para apurar las opciones hasta el último instante. No hubo forma. La alternativa que le ofreció el Valencia para jugar cedido en el Málaga no le agradaba, y a su agente sólo le llegaron las intenciones de varios equipos pero siempre supeditadas a otro futbolista —bien que saliera o que la primera alternativa no aceptara la propuesta— que finalmente no se concretó. Emery, que dio el beneplácito a su salida, ya está pensando qué hacer para conseguir una actitud positiva del futbolista y que beneficie al colectivo hasta nueva orden. En el club están enfadados con la actitud que ha tenido el futbolista, al no aceptar su salida al Málaga, y así se lo transmitirán en una reunión que tendrán próximamente, pero le van a pedir sacrificio… al menos hasta el mercado de invierno.

No es una situación nueva para el entrenador del Valencia, que en el mercado invernal de 2010 ya lidió con ella, después del viaje relámpago a Milán para fichar por el Inter de Mourinho que no fue más allá de un desplazamiento de ida y vuelta. Según ha podido saber SUPER, Jorge Mendes le informó horas antes de que se cerrara el mercado de fichajes de que tenía la opción de ir a la Juventus en calidad de cedido, incluso le mostró un fax. A las oficinas del Valencia no llegó ninguna propuesta oficial del club turinés, aunque el nombre de Manuel Fernandes figuraba en una lista de alternativas si la Juventus lograba la cesión de Sissoko. Ni una cosa ni otra. El representante del centrocampista le argumentó al futbolista que la Juventus no iba a pagar toda su ficha, y por eso la operación no se efectuó, información que no coincide con la versión que da el VCF, club que sí habría estudiado darle luz verde a esa operación por un motivo doble; el futbolista podría revalorizarse y además quería cambiar de aires.

Mendes sólo trajo intenciones

Con la finalidad de solucionar el futuro de Fernandes, la Dirección Deportiva del VCF también hizo sus movimientos para encontrarle acomodo y al margen de la propuesta del Málaga (la que recibió luz verde al cumplir con todos los requisitos que pedían para certificar su cesión), también se recibieron propuestas inferiores económicamente del Zaragoza y el RCD Espanyol. Jorge Mendes estuvo en contacto permanente con la entidad de Mestalla, pero su frase más repetida era «podría ir a…», aunque concretamente no hubo nada. Equipos de Inglaterra como el Tottenham o el West Ham le dejaron la puerta entreabierta, pero a la hora de la verdad quedo cerrada a cal y canto. Y ahora, como mínimo hasta el próximo 2 de enero, va a seguir en las filas del Valencia y las dos partes van a intentar que su permanencia no sea ningún problema.

Manuel fue claro con Emery

Conforme avanzaba la pretemporada, Fernandes percibía la sensación de que no iba a tener muchos minutos en el curso actual y solicitó un encuentro a solas con Unai Emery. La conversación no fue larga, porque el rol de Manuel salvo que se produzca un cambio de la noche al día, va a ser secundario. «¿Voy a tener minutos?», le preguntó el portugués al técnico, en la respuesta no había lugar para la ambigüedad: si te quedas vas a ser uno más, pero tienes a otros compañeros por delante. En ese instante Fernandes comunicó que iba a hacer lo posible para cambiar de aires, tanto al entrenador como a los dirigentes, pero todo esfuerzo se quedó sin recompensa. La postura del futbolista puede entenderse, pero lo que no ha sentado nada bien es que si quería jugar más minutos, no aceptase la propuesta del Málaga.

Ahora, con el portugués en la plantilla, el cuerpo técnico considera que lo importante es mirar hacia adelante y tratar de sacarle el mayor jugo posible. Y hay que ver qué actitud presenta el futbolista. Hasta ahora, no hay ninguna queja sobre él respecto a su trabajo diario y lo único que ha molestado ha sido su reticencia a salir si es lo que él quería. A partir del próximo miércoles, fecha en la que está fijada su vuelta a la Ciudad Deportiva, Unai le va a pedir que entrene duro para jugar lo máximo posible y no quiere que baje los brazos, porque sería contraproducente para él y el Valencia sí que tomaría medidas. Hasta el próximo mes de enero no puede haber más movimientos en el mercado, sólo para aquellos que no tengan contrato con ningún club, de ahí que Fernandes tenga la intención de cambiar el chip y pensar en positivo. No le queda más remedio, y si de aquí al mercado de invierno no es capaz de revertir su situación, intentará su salida.

Málaga, Zaragoza, Espanyol, el interés que nunca se concretó de clubes extranjeros como la Juventus, Tottenham o West Ham… y Manuel Fernandes continua defendiendo los intereses del Valencia, al menos, hasta el próximo mes de enero, cuando se vuelva a abrir el mercado de fichajes.