Emery no sólo se frotaba las manos desde su palquito del Ataturk Stadium por los disparos del Tino, por los goles de Aduriz y Soldado o por las sensaciones y los tres primeros puntos del Valencia en su estreno en la Champions League. El vasco también regresaba a la capital del Turia entusiasmado con la respuesta de dos futbolistas que, jugando como ayer, están llamados a tener más protagonismos del que han tenido en este arranque de temporada. Y es que, visto lo visto ayer en Turquía, el Chori Domínguez y Mehmet Topal se ganaron el cartel de titulares. El mismo que también tienen con todo merecimiento Mata y Albelda. Todos sus jugadores están enchufados y ofrecen su mejor versión. Sin duda alguna, la mejor noticia para el cuerpo técnico. Ver explotar por fin al Chori en su mejor partido desde que llegó y ver el estreno oficial de Topal jugando como si llevara diez años en el club sí que es una verdadera pasión turca para Emery.

Especialmente gratificante fue la actuación del argentino. El de Hondarribia le dio minutos contra el Racing de Santander y ayer sorprendió apostando por él de inicio para la media punta. No se equivocó. El Chori mostró la mejor versión desde su llegada a Valencia jugando por detrás de Aduriz, por delante de su amigo Tino y cayendo a los dos costados. La mostró con mucha movilidad, con mucha garra e intensidad en la presión —hizo más faltas ayer que en toda su anterior etapa como valencianista—, con claridad de ideas para jugar entre líneas, con velocidad y desborde para ponerle un balón a la cabeza de Joaquín que no acabó en gol por poco y con visión de juego para encontrar a Soldado al primer toque —si no se hubiera metido en fuera de juego— en un contragolpe que el valenciano convirtió en gol. Un partido redondo al que sólo le faltó la guinda del gol. Seguro que jugando así llega pronto. El argentino se marchó en el minuto 76 para dar entrada a Juanín y, a buen seguro, tendrá un hueco como titular o como suplente en el Rico Pérez.

Igual de satisfactorias fueron las prestaciones de Topal en el centro del campo. El internacional turco debutó oficialmente con el Valencia. En su tierra otomana, con nota y demostrando todas aquellas condiciones por las que se le fichó. Y lo hizo formando pareja con Tino Costa en el centro de los campos. Una pareja inédita que ofreció las mejores sensaciones posibles. Tino brilló con sus cambios de juego, su golazo desde treinta metros, su falta directa que acabó con el gol de Aduriz y hasta con un corte de balón que estaba a punto de sobrepasar la línea de gol de César. Todos los focos le apuntaban a él. Con menos luz y protagonismo, pero con la misma eficacia cumplió y brilló Topal en sus funciones defensivas. Robando balones en la medular, tocando fácil para la contrucción de Tino, ayudando en tareas defensivas o entrando al choque —Volkan Sen se llevó una tarascada que le obligó a ser atendido en el terreno de juego—. Por si fuera poco, el turco también se animó en tareas ofensivas con un par de salidas peligrosas a la contra. Y es que, Topal y el Chori gustaron y mucho ayer en tierras turcas.

Pero, no fueron los únicos. César se marchó del estadio del Bursaspor con la portería a cero con la ayuda de una defensa formada por Ricardo Costa y Navarro en el centro de la zaga y Mathieu y Bruno en los laterales. Tampoco es que tuvieran muchos problemas, pero los pocos que hubieron supieron resolverlos. Otra de las novedades en el centro del campo fue la presencia de Pablo Hernández en el carril izquierdo después de sus dos suplencias ligueras. El castellonense, lejos de amilanarse, firmó un gran partido con una espectacular jugada con vaselina incluida que mereció acabar en gol, un remate de listo con la puntera del pie que significó el tercer tanto y un par de asistencias y combinaciones con el propio Joaquín que llevaron mucho peligro. La de ayer fue una noche grande para el valencianismo por el resultados, pero también por todos esos futbolistas que se unieron a la causa de forma espectacular. Como él, Chori o Topal.