El partido de hoy entre el Valencia y el Atlético de Madrid, que dirigirá el colegiado Iturralde González, viene marcado por un reciente pasado en el que las decisiones arbitrales han resultado claves y siempre en perjuicio del equipo de Mestalla. En el recuerdo más inmediato permanece la imagen de Zigic de la temporada pasada en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Europa League, cuando el colegiado alemán Florian Meyer se negó a pitar un penalti clamoroso cometido sobre el delantero del Valencia, que terminó con la camiseta rota, en el que el jugador serbio consideró «el penalti más claro de toda mi vida».

La reacción de técnico valencianista no fue para menos, «cuando vea el penalti por la televisión se le caerá la cara de vergüenza». A él, y a sus asistentes, sobretodo el juez de área que como apuntaba Villa no se sabe «para qué sirve el árbitro de área, parece que tiene un pase vip». El guardameta César fue más irónico en sus declaraciones y declaró que la próxima vez que volviera al Calderón iría sin reloj «por si acaso».

En liga, los últimos enfrentamientos con el Atlético también han venido acompañados de polémica. De hecho, el último enfrentamiento liguero entre ambos, disputado en el Vicente Calderón el pasado 28 de febrero de 2010 se saldó con un 4-1 favorable al conjunto colchonero, donde el Valencia terminó con dos expulsados y el colegiado del encuentro, Pérez Burrull, señaló, con 0-1 en el marcador, un penalti de Marchena, a instancias del 4º árbitro, y además expulsó al jugador valencianista. Una jugada sin precedentes, y que dejaba al Valencia con inferioridad numérica durante casi todo el partido, y que en la segunda se quedaba con 9 jugadores por la expulsión de Miguel. El Valencia resistió, pero en los minutos finales el Atlético hizo valer su superioridad numérica y marcó el 2-1 a falta de 10 minutos.

En la temporada 2008/2009 el Valencia visitó el Calderón en la jornada 36, con ambos equipos buscando una plaza para la Champions. El Atlético de Madrid se impuso 1-0 gracias a un penalti inventado por Mejuto González, que cayó en el engaño del Kun Agüero. El delantero colchonero se marcó todo un piscinazo, haciendo gala de las 'malas artes' a las que ha recurrido en más de una ocasión, y el error de Mejuto González supuso, a la postre, la derrota del equipo valencianista. El propio delantero argentino admitió a César después del partido «que no era penalti».