No estaba previsto que Guaita jugara en el Sánchez Pizjuán, pero César reclamó ayuda y ahí estuvo él. Tenía muchas ganas de jugar, pero no pudo evitar la derrota, no era fácil. El cancerbero no cree que la derrota haya metido al VCF en «crisis, eso sería estar en la zona de descenso», pero sí les debe abrir los ojos. Más maduro tras su cesión al Recreativo, a Guaita le encantaría tener continuidad en la Copa del Rey con vistas al futuro, en el que algún día espera ser el portero titular del equipo de toda su vida. Poco a poco va dando pasos, aunque no lo va a tener fácil.

¿Habló con Palop después del partido?

—No estaba en el banquillo y tampoco le vi luego, la verdad es que me hubiera gustado hablar con él porque es una referencia a seguir. Para mí es un gran profesional y una gran persona.

—A los 37 minutos César tiene que ser atendido, ¿cuándo pensó que iba a salir al campo?

—Cuando vi su reacción pidiendo el cambio, desde ese instante me imaginaba que iba a salir a jugar. César aguantó hasta el descanso, pero cuando entré al vestuario y me dijeron que debía salir a calentar era consciente que había que estar preparado.

—¿Qué pensó en ese instante?

—Era mi debut con el equipo esta temporada, iba a tener minutos que era lo que quería desde que se decidió que me quedaba en el equipo y lo que estaba esperando.

—¿No le daban miedo los delanteros del Sevilla? Negredo, Kanouté, Luis Fabiano…

—Miedo no, ¿por qué? Estoy preparado para las circunstancias y no tengo miedo a enfrentarme ni al Sevilla ni a ningún otro rival.

—¿Cuál fue el último consejo que recibió por parte de Otxotorena?

—Que jugara como sé, que estuviera tranquilo y que era un partido más. Además debía tener cabeza porque el equipo tenía un jugador menos y había que aguantar el partido como fuera.

—¿Qué ocurrió el potente chut de Cáceres cuyo rechace aprovechó Negredo para colocar el 1-0?

—Fue un contragolpe que hicimos, perdimos el balón y el central Cáceres llegó hasta la frontal antes del disparo. Intenté desviar el balón a la derecha con la mala fortuna de que llegó el delantero (Negredo) antes que nuestro defensa.

—¿Qué sensaciones tuvo?

—Me encontré bien, sin nervios y centrado en el partido aunque fue un partido difícil por todas las circunstancias que se dieron.

—¿En qué se ha diferenciado este partido del de su debut oficial con el Valencia el 2 de octubre de 2008, en el partido de UEFA contra el Marítimo?

—He madurado desde entonces, ha pasado un año y medio desde aquel día, y con la experiencia que te da este tiempo aprendes mucho.

—¿Se ha demostrado que este Valencia necesitaba tres porteros?

—Hay muchos partidos a lo largo de una temporada, Unai quería tres porteros y era porque pueden ocurrir situaciones como ésta. Pienso que son muchos encuentros para dos porteros.

—¿Condicionaba mucho tener a uno de los tres con 39 años?

—Puede responder bien o responder mal el que tiene 39 años o el que tiene 26, la temporada es larga y no sabes lo que puede ocurrir.

—Sus agentes eran partidarios de volver a ser cedido para jugar con regularidad, aunque por lo que se vé en ningún club existe una garantía de jugar. Ahí están los casos del Hércules y del Málaga.

—Al final nadie te garantiza jugar, te lo tienes que ganar y si no, no juegas. Creo que es difícil jugar en cualquier equipo, pero si en el Valencia no hubiesen contado conmigo habría salido. Cuando me insistieron en que me quedaba ya no se habló más.

—Usted nunca se ha desesperado.

—Hay que estar para estas oportunidades y cuando menos te lo esperas… Parecía que no iba a jugar todo el año y he jugado en liga contra el Sevilla cuando la gente pensaba que me iban dar la Copa.

—¿Un portero está obligado a entrenar a tope para momentos como el del lunes?

—Sí, cuando menos te lo esperas estás jugando. Nadie esperaba la lesión de César y con un jugador menos el partido se nos complicó, hay que entrenar cuanto más mejor para estar bien y responder cuando tienes la oportunidad.

—¿Si jugara la Copa se sentiría más realizado?

—Cuantos más minutos tienes estás mejor, pero en todos los aspectos. Es como cuando conduces un coche, cuantos más kilómetros haces te sientes mejor, creo que hay que estar para lo que te dé el míster.

—¿Sueña con tener algún día regularidad en este equipo?

—Quiero ser algún día el dueño de la portería del Valencia, aunque es difícil.

—¿Por qué?

—Hay que estar muy bien y tener personalidad grande. Ahora mismo César está en un gran momento y hay que estar a un gran nivel para superarle.

—¿En qué ha mejorado?

—En el saber estar en la portería.