Si se lo cuentan a principio de curso Guaita no daría crédito, pero el fútbol es una caja de sorpresas y uno puede convivir a la sombra de dos compañeros como también ascender por la vía rápida e inesperada convirtiéndose en el guardameta titular cuando comenzó en la tercera fila de la clase. La lógica existe, pero no siempre tiene por qué imponerse. Y su figura empieza a ser muy valorada dentro de la liga, transmitiendo esa seguridad que precisa el número uno en la portería del Valencia, que ahora lleva con orgullo. Su presencia en las alineaciones ya no es circunstancial y Emery considera que si continúa así no tendrá motivos para hacer cambios en la portería cuando dejen su enfermería César y Moyà. Guaita se ha ganado la titularidad y no ocurrirá como hasta ahora, cuando el guardameta cubría eventualmente las ausencias de sus compañeros.

Guaita empezó dándole muchas vueltas a la cabeza sobre la conveniencia o no de haberse quedado en la primera plantilla tras sacar sobresaliente en su año de cesión al Recreativo. Fue una decisión de los técnicos, ya que sus representantes insistían en cerrar un nuevo ejercicio jugando en calidad de préstamo, pero él no se ofuscó y abrió los ojos para seguir aprendiendo. Con una mentalidad positiva y escuchando los consejos tanto de Otxotorena como de sus compañeros César y Moyà, ahora está recogiendo sus frutos. Tras mostrar su solvencia en el duelo de Copa frente a la UD Logroñés, se convirtió en cubrir las ausencias de Moyà (frente al Bursaspor) y de César (ante el Sevilla y Real Sociedad), pero se ha ganado la titularidad. A César y Moyà aún les queda un tiempo para reaparecer, pero no está previsto que ahora vayan directo al once inicial, sino que les va a tocar esperar su oportunidad.