Aparte de a un centrocampista repleto de talento, con Dani Parejo el Valencia ha fichado a un joven de 22 años que respira fútbol las 24 horas del día. Así lo ha hecho desde que tiene uso de razón. «Soy un loco del fútbol, siempre he visto muchísimos partidos y no sólo el profesional. Desde bien pequeño lo sigo todo, desde los partidos de los grandes equipos hasta los que juegan mis amigos de Coslada en el ´Deporte para todos´, cuando tengo un rato me bajo a verlos», cuenta a SUPER el centrocampista del Valencia, quien acaba de disputar el Europeo sub´21 con España en Dinamarca.

Aquel niño que regateaba a árboles y farolas, cerca de casa en Coslada Pueblo, conocía al dedillo a los equipos del momento. Ahora, Dani sorprende cuando evoca con precisión el Valencia de hace una década. El equipo entrenado por Ranieri y luego por Cúper, que devolvió la gloria de los títulos tras 20 años de sequía. Dani recuerda «las finales de Champions en París y Milán, donde Pellegrino falló el último penalti».

«Tendría 11 ó 12 años, pero me acuerdo de aquello. Ese Valencia era un gran equipo. No sólo hombre por hombre, sino que, lo más importante, era un bloque duro. Me gustaba mucho Mendieta, también el central, Djukic, el Piojo, ´La Cobra´ Ilie, muchos míticos, ¡eh!», dice sonriendo. Pero, sin duda, su preferido era Claudio López: «Vibraba con sus grandes partidos contra el Barça».

Un futuro alternativo

Dani Parejo lleva el fútbol tan adentro que de no ser futbolista tiene claro lo que le hubiese gustado ser: «Periodista deportivo». Quizás, por ello, el cosladeño entiende perfectamente la profesión de la prensa. «Es un trabajo para satisfacer a mucha gente que quiere saber de su equipo, de sus jugadores favoritos». «No sé si hubiera conseguido ser periodista, pero me apasiona el hecho de seguir de cerca el fútbol», añade. Dedicado plenamente a su profesión y al mundo del balón, al nuevo jugador del Valencia le queda poco tiempo para aficiones extravagantes. Dani se confiesa como un «chico de barrio, un chico normal» que disfruta estando al lado de su familia —su padre Lorenzo, su madre Toñi y su abuela Ana— y de los amigos. «A veces juego a la ´Play Station´, pero si lo hago es siempre con los amigos. Prefiero estar con ellos, con mi gente, que pasar horas solo delante de una pantalla», indica.

La pasión con la que siempre ha vivido el fútbol, sin duda, ha ayudado al hoy valencianista a aterrizar en la élite. Sin embargo, los sacrificios en pro de convertirse en profesional también tienen su lado menos positivo. Parejo dejó de lado los estudios cuando el Real Madrid le ascendió al tercer equipo de la escuela. Un «fallo» del que se arrepiente, pero que está a tiempo de subsanar. «Iba estudiando hasta que el Madrid me subió al ´C´. Ya no podía ir por las mañanas como era costumbre. Podría haber seguido por las tardes, pero estaba tan ilusionado con el fútbol que no lo hice. Me doy cuenta de que es un error mío… Aún estoy a tiempo de ponerme a estudiar», dice.

Cuando se le preguntó por la materia que a día de hoy le gustaría estudiar, Parejo lo tiene claro. El madrileño se quedó «con mal sabor de boca» por no hablar inglés durante su periplo de cinco meses en el Queens Park Rangers: «Algún día me quiero poner con el inglés. Estuve media temporada allí y me quedó con un regusto amargo por no haberlo hablado bien. Me dominaba para lo básico, pero al estar en casa con mis padres y volver pronto, pues, se va olvidando».

Una experiencia en Inglaterra que Dani cree que le «vendrá bien» para su siguiente paso, jugar en el VCF. «Ya no va a ser la primera vez que salgo de casa. Lo haré con un bagaje. No me iré muy lejos (risas)… Aunque, al fin y al cabo, es irte de tu gente y tus amigos. Pero es lo que yo quiero», admite un jugador de 22 años «ilusionado con triunfar en un equipo que apuesta por el producto nacional».